La ansiedad es algo con lo que muchas personas lidian a diario, pero debes saber que existe la "buena" y la "mala", por eso el día de hoy te explicaremos las diferencias entre cada una, para que puedas identificar si las padeces.
Durante la pandemia de la Covid-19 muchos padecieron estrés y ahora, después de que ya han pasado 3 años, les detonó ansiedad, como consecuencia de aquella situación inesperada que ponía en peligro su salud, forma de vivir, estatus socioeconómico y su vida, explican desde Clínicas Origen.
"La prohibición de salir, el miedo al contagio y el elevado número de víctimas mortales nos causaron estrés (tensión provocada por una situación agobiante), mientras que el impacto de esa situación prolongada de estrés nos condujo, finalmente, a la ansiedad (estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo)”. ¿Te identificas con alguna?
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Tipos de ansiedad
Existen dos tipos, la adaptativa (buena) y la no adaptativa (mala), según explican expertos.
La primera ayuda a las personas a adaptarse a los cambios que los rodean, esto para estar prevenidos ante cualquier amenaza. “Es aquella que favorece un estado de alerta necesario, por lo que se podría decir que es algo positivo que aparece en situaciones objetivas de peligro, como accidentes o sucesos en las que no tenemos el control, facilitándonos reaccionar de manera rápida y protegernos de la amenaza”.
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Por el contrario la ansiedad no adaptativa, se da en situaciones, lugares y recuerdos que no son amenazantes en sí mismos. Cuando este tipo de ansiedad hace su aparición de manera reiterada y se prolonga en el tiempo, se lo conoce en el ámbito clínico como "trastorno de ansiedad".
Principales síntomas de la ansiedad
De acuerdo con EFE, algunos de los síntomas psicológicos de este trastorno son: preocupación excesiva durante las actividades diarias; dificultad para controlar esa preocupación constante; y falta de concentración.
La ansiedad reiterada y persistente también provoca síntomas corporales como taquicardia; sudoración; presión en el pecho; cansancio constante; dolor de cabeza, muscular o estomacal; y problemas de sueño.
¿Cómo controlarla?
Una de los principales cosas que se van a presentar cuando se tiene una ansiedad en exceso es el aumento de ritmo cardiaco y la respiración alterada. Pero afortunadamente existen formas de controlarla, te los compartimos a continuación.
1.- Intenta mantener la calma, ve a un lugar en el que sientas paz, deshazte de la ropa incómoda y cuenta del 1 al 100 en tu mente mientras inhalas y exhalas.
2.- Si eres un amante del ejercicio, sabrás que esto ayuda en muchos aspectos al cuerpo, pero cuando tienes ansiedad puedes alterarte más, así que puedes caminar o trotar, más no excederte. Esto ayudará a activar tu cuerpo y luego a relajarlo.
3.- Practica el ‘grounding’ (tomar contacto con la tierra), un método para mantener la calma ante un ataque de ansiedad. Para aplicarlo la persona debe enumerar cinco cosas que pueda ver, cuatro que pueda tocar, tres que pueda oír, dos que pueda oler y una que pueda saborear, relativas al entorno donde está en ese momento, según CO.
4.- Y finalmente haz ejercicios de respiración, inhala y exhala unas 10 a 15 veces e intenta pensar en cosas que te dan paz, seguridad o tranquilidad.
Esperamos que estos tips para calmar la ansiedad te sirvan, pero si de plano no puedes controlarte, entonces te recomendamos ir con un médico especialista, quien te dirá qué es lo mejor para ti.