Con la llegada del otoño, no solo cambian los paisajes y la temperatura: también lo hace la piel. Tras la exposición solar, el calor y los excesos del verano, muchas mujeres notan una intensificación de la celulitis, especialmente en zonas como glúteos, muslos y abdomen. A este fenómeno se le conoce como celulitis otoñal y, aunque no es una nueva condición médica, sí representa una etapa en la que el problema se acentúa.
La doctora Victoria Núñez Vera, experta en medicina estética, explica que esta forma estacional de la celulitis “se detecta porque la piel aparece más apagada, con irregularidades más visibles y, en muchos casos, acompañada de sensación de pesadez en las piernas”.
Por qué se agrava la celulitis en otoño
Las razones detrás de esta intensificación son múltiples. “El calor favorece la vasodilatación y la retención de líquidos, lo que repercute directamente en la microcirculación”, detalla Núñez Vera. A esto se suma la deshidratación de la piel provocada por el sol durante el verano, que la vuelve más frágil y menos elástica.
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Además, explica que los hábitos estivales juegan un papel clave: “En vacaciones solemos aumentar el consumo de azúcares y alcohol, y ambos contribuyen a empeorar la celulitis, porque favorecen la inflamación y la acumulación de grasa localizada”.
Otro factor importante son los cambios hormonales propios de esta estación. “Influyen en la tendencia a retener líquidos y en la elasticidad cutánea”, lo que se traduce en una piel más flácida, con irregularidades más marcadas y sensación de hinchazón en las extremidades inferiores.
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Cómo identificar la celulitis otoñal
Según la especialista, esta etapa de la celulitis se distingue por su componente estacional. “Tras los meses de calor y excesos, aparecen nódulos grasos más visibles, una piel menos turgente y un aumento de la flacidez”, afirma. A nivel visual, la característica “piel de naranja” se intensifica, y se acompaña de pérdida de tono y firmeza.
Pero no es solo un problema estético. “Muchas mujeres sienten pesadez en las piernas porque la circulación venosa está más lenta y eso favorece la acumulación de líquidos”, indica.
Tratamientos médicos y cuidados caseros para combatir la celulitis
El otoño, más que una amenaza, representa una excelente oportunidad para comenzar un tratamiento efectivo. En el consultorio, la doctora Núñez Vera recomienda Morpheus8 Body, una tecnología que combina microagujas con radiofrecuencia fraccionada. “Permite llegar hasta siete milímetros de profundidad en la piel”, detalla.
Este tratamiento trabaja en varios niveles: “Estimula la producción de colágeno y elastina para mejorar la firmeza y textura, y también puede coagular tejido adiposo, lo que ayuda a reducir grasa localizada”.
Los resultados comienzan a notarse desde la primera sesión, aunque la especialista sugiere realizar al menos tres, y hasta cinco, espaciadas por tres semanas cada una.
Cosmética corporal y estilo de vida: el complemento ideal
Además del tratamiento médico, el cuidado diario es fundamental. “Los antioxidantes reducen la inflamación, los retinoides estimulan la renovación celular y la cafeína favorece la microcirculación. Estos activos cosméticos refuerzan el efecto del tratamiento”, dice la doctora.
El ejercicio regular es otro gran aliado: “Mejora la circulación y ayuda a controlar la resistencia insulínica. Una alimentación rica en fibra y proteínas y baja en azúcares también es clave”.
El masaje linfático —manual o con rodillos— mejora el retorno venoso y disminuye la pesadez. Y, aunque el verano terminó, la fotoprotección sigue siendo necesaria: “El sol afecta la piel todo el año. Recomiendo usar protección solar corporal incluso en otoño”, subraya.
La hidratación no puede olvidarse. “Beber agua suficiente combate la retención de líquidos y mejora el aspecto de la piel”.
Celulitis: un problema común y multifactorial
La doctora recuerda que más del 80 % de las mujeres padecen celulitis en algún grado, sin importar edad o peso. “No es un problema exclusivo de personas con sobrepeso. Influyen la genética, las hormonas, la circulación y los hábitos de vida”.
Por ello, el enfoque debe ser integral. “No hay soluciones mágicas. El mejor tratamiento combina tecnología médica, cosmética adecuada, buenos hábitos y constancia”.
Otoño: el momento ideal para actuar
Lejos de ser una mala noticia, la celulitis otoñal puede ser un llamado de atención. “Es el momento perfecto para empezar tratamientos porque la piel necesita recuperarse del verano y porque la rutina facilita mantener hábitos estables”, dice Núñez Vera.
Su mensaje es claro: “La celulitis no desaparece de un día para otro, pero se puede controlar y mejorar. La clave está en la constancia y en el compromiso con una rutina de cuidado integral”.
En palabras de la doctora Victoria Núñez Vera: “El éxito no está en buscar milagros, sino en sumar esfuerzos: medicina estética, rutina diaria y compromiso personal. Así, la celulitis otoñal se convierte en el inicio de una piel más saludable y cuidada”.
Con información de EFE.
