El dolor es una experiencia subjetiva que puede variar considerablemente entre personas. Ante una misma enfermedad o lesión, algunas personas lo perciben como algo tolerable, mientras que otras lo consideran insoportable. Por esta razón, se utiliza la escala numérica del dolor, que va del 0 al 10, para cuantificar la intensidad percibida por cada paciente.
¿Qué es el dolor y cómo se trata según su intensidad?
Para su tratamiento, los especialistas emplean una herramienta conocida como escalera analgésica, que consta de varios niveles según la intensidad del dolor. En el primer escalón se encuentran analgésicos menores como el paracetamol y los antiinflamatorios, indicados para dolores leves o moderados. Estos medicamentos no generan adicción, pero su eficacia no aumenta con dosis mayores.
Si el dolor persiste, se pasa al segundo nivel, donde se utilizan opioides débiles como la codeína y el tramadol. Aunque estos fármacos pueden provocar efectos secundarios como náuseas o estreñimiento, son útiles en casos de dolor moderado. El tramadol actúa directamente sobre el sistema nervioso central para aliviar el malestar.
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En casos de dolor intenso o resistente al tratamiento, se recurre a opioides mayores como la morfina o el fentanilo, que pertenecen al tercer escalón. Estos fármacos tienen un alto poder analgésico, pero también conllevan riesgos importantes como dependencia física, tolerancia y posible adicción.
Existe un cuarto escalón para los casos más complejos. Aquí se incluyen tratamientos como infiltraciones, estimulación eléctrica o incluso intervenciones neuroquirúrgicas.
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Además, es esencial identificar el tipo de dolor: el somático (agudo y localizado), el visceral (interno y cólico), y el neuropático, que es más difícil de diagnosticar y tratar. Este último suele ser crónico, intenso y está relacionado con daño en el sistema nervioso.
El dolor neuropático, según expertos, impacta fuertemente la calidad de vida y se asocia con trastornos como insomnio, ansiedad o depresión. Una evaluación adecuada y un diagnóstico temprano son clave para su tratamiento integral y efectivo.
