¿Qué es el biofeedback y cómo puede ayudarte a tratar trastornos digestivos?

Esta herramienta se basa en el principio del autocontrol: el paciente aprende a regular funciones fisiológicas.

El biofeedback se posiciona como una opción terapéutica efectiva para los trastornos digestivos funcionales.
El biofeedback se posiciona como una opción terapéutica efectiva para los trastornos digestivos funcionales.Créditos: EFE.
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El biofeedback es una técnica terapéutica innovadora que ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de diversos trastornos, incluyendo aquellos relacionados con el sistema digestivo. Esta herramienta se basa en el principio del autocontrol: el paciente aprende a regular funciones fisiológicas observando en tiempo real la actividad de su cuerpo, gracias a sensores específicos.

Un enfoque útil para trastornos digestivos funcionales

Según datos de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), cerca del 50% de los pacientes que acuden a consulta por síntomas digestivos no presentan una enfermedad orgánica detectable. Estos casos, conocidos como trastornos digestivos funcionales o trastornos de la interacción intestino-cerebro, no se explican por lesiones visibles, sino por alteraciones en el control nervioso del aparato digestivo.

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El doctor Fernando Azpiroz, miembro de la SEPD y profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona, explica que el biofeedback permite enseñar al paciente a coordinar mejor la musculatura abdominal, el periné y el diafragma, lo que puede mejorar síntomas como la incontinencia anal, el estreñimiento o la distensión abdominal.

Casos comunes y eficacia demostrada

El biofeedback ha sido especialmente útil en mujeres con incontinencia anal tras múltiples partos. “La incontinencia se asocia con una alteración en su calidad de vida”, señala Azpiroz. Otro caso frecuente es la distensión abdominal progresiva, que suele intensificarse durante el día.

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El estreñimiento también es habitual. En muchos casos, se debe a una coordinación incorrecta de los músculos durante la evacuación. “Al intentar evacuar, algunos pacientes relajan mal el ano o incluso lo contraen, lo que dificulta el proceso. El biofeedback permite reeducar esta maniobra”, agrega el experto.

Rumiación y aerofagia, dos trastornos con potencial de mejora

Otros síntomas como la rumiación (regurgitación involuntaria de alimentos) y la aerofagia (ingesta excesiva de aire) también podrían tratarse con biofeedback. La doctora Elizabeth Barba, del Hospital Clínic de Barcelona, explica que en la rumiación los alimentos no llegan a ser digeridos, por lo que no provocan acidez ni mal sabor, a diferencia del vómito.

En cuanto a la aerofagia, puede producir síntomas como dolor, eructos o flatulencias. Factores como comer rápido, hablar al comer, el estrés o el consumo de bebidas carbonatadas la agravan.

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Acceso limitado, pero prometedor

Aunque las técnicas de biofeedback han mostrado resultados positivos, su acceso aún es limitado debido a que requieren equipos especializados y personal capacitado. No obstante, existen variantes no instrumentales que pueden aplicarse en consulta sin tecnología costosa.

“El interés de esta metodología está en su aplicabilidad, lo que podría aliviar la carga de los centros de referencia”, concluye el doctor Azpiroz.

En definitiva, el biofeedback se posiciona como una opción terapéutica efectiva para los trastornos digestivos funcionales, aunque su implementación aún enfrenta retos logísticos y requiere un enfoque personalizado junto a otras estrategias como dieta, ejercicio y manejo del estrés.

Con información de EFE.