Un estudio le dio nueva vida a la llamada 'Dieta de la cartera', la cual fue creada hace 20 años, pero no se sabía cuáles eran sus efectos a largo plazo; de los cuales se conocía beneficios para la salud del corazón en plazos cortos.
Esta dieta se basa en alimentos vegetales ricos tanto en fibra como en grasas saludables, teniendo efectos positivos en reducir el colesterol LDL nocivo.
Sin embargo, los estudios que se tenían no superaban los seis meses de duración, por lo que se ignoraba cuáles podrían ser sus efectos a largo plazo.
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Ahora, una investigación publicada el 28 de noviembre de 2023 en Circulation, reporta los resultados obtenidos en un trabajo que incluyó a más de 210 mil personas.
Estas participaron en tres estudios dirigidos por la Universidad de Harvard en los años 1980 y 1990, a quienes se les aplicaron cuestionarios dietéticos que los participantes respondían cada cuatro años.
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De esta manera, los investigadores calificaron la dieta de cada persona en función de qué tan bien se cumplía el patrón de la dieta de la cartera.
Luego de 30 años de seguimiento, los investigadores compararon las puntuaciones y los resultados de salud de los participantes.
Las personas con puntuaciones más altas, tenían un 14 por ciento menos riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca, en comparación con las que tenían menor puntaje.
"Hay muchos alimentos diferentes que pueden reducir el colesterol LDL, pero solo en una pequeña proporción: entre un 5% y un 10%. La idea detrás de la dieta de la cartera era combinar muchos de estos alimentos para lograr una reducción mayor", dice la dietista registrada Andrea Glenn, investigadora postdoctoral en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard y coautora del estudio.
¿Qué alimentos incluye la dieta de la cartera?
La Universidad de Harvard explicó que en este tipo de alimentación, se desaconseja consumir alimentos de origen animal, en particular carne roja y procesada, lácteos ricos en grasas y huevo.
De esta manera se tiene una alimentación baja en grasas saturadas y colesterol dietético, que aumentan el colesterol LDL en el cuerpo.
Por otro lado se recomienda incorporar cinco categorías principales a las comidas, que son:
- Proteína vegetal. Esto incluye frijoles, lentejas y guisantes, con un enfoque específico en los alimentos hechos con soja, dice Glenn.
- Frutos secos y semillas. Se incluyen todos los frutos secos, como almendras, anacardos, avellanas, nueces pecanas, pistachos y nueces. También se incluyen todo tipo de semillas: de chía, de lino, de cáñamo, de calabaza, de girasol y de sésamo.
- Fibra viscosa. La fibra viscosa es un tipo de fibra soluble que tiene una cualidad algo pegajosa, que se encuentra en granos como la avena y la cebada, y en verduras como la berenjena y el quimbombó. Mientras que en las frutas se puede encontrar en las manzanas, las naranjas, las bayas y los caquis.
- Esteroles vegetales. También conocidos como fitoesteroles, se encuentran de forma natural en los frutos secos, la soja, los guisantes y el aceite de canola.
- Grasas monoinsaturadas. El aceite de oliva virgen extra es la principal recomendación; otras buenas opciones son el aceite de canola, el de soja o el de girasol o cártamo "alto en ácido oleico".
La dietista registrada Andrea Glenn apunta que no se requiere adoptar todos los aspectos de la dieta de la cartera para obtener beneficios; sin embargo, asegura que el estudio encontró que entre más de estos aspectos se incluyen a la dieta, menor es el riesgo de tener una enfermedad cardiovascular.