Un estudio reveló que el dormir con la luz encendida, aún siendo esta tenue, puede elevar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
El trabajo de liderado por Minjee Kim, profesora de neurología en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, se propuso investigar la relación entre la exposición a la luz durante el sueño y problemas específicos de salud para adultos mayores.
Señala que la luz nocturna (LAN) se ha asociado anteriormente con consecuencias negativas para la salud y factores de riesgo metabólicos.
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El estudio "La luz nocturna en la vejez se asocia con la obesidad, la diabetes y la hipertensión" se publicó en la revista SLEEP.
¿La luz durante el sueño está relacionada con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares?
La hipótesis con que trabajaron es que la LAN en la vejez se asocia a una mayor prevalencia de factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV) individuales, como la obesidad, la diabetes y la hipertensión..
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Se tomaron los datos de 552 adultos mayores de 63 a 84 años de edad, que vivían en una comunidad, quienes se sometieron a un examen de los perfiles de factores de riesgo de ECV y a un registro de actigrafía de 7 días para medir la actividad y la luz.
Se explica que la luz está presente en todos lados en los países desarrollados, lo cual se vincula a consecuencias negativas para la salud.
"Se sabe poco sobre la exposición a la luz nocturna en adultos mayores que viven en la comunidad y su asociación con los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares", apunta el estudio.
Así los investigadores tenían como objetivo caracterizar los patrones de exposición a la luz de 24 horas en un grupo de adultos mayores y determinar si la exposición podría asociarse con una mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular.
De los participantes, la mitad tenía al menos un periodo constante de cinco horas de oscuridad total diariamente.
La otra parte estuvo expuesta a alguna forma de luz, incluso en los periodos más oscuros, durante su sueño nocturno.
El estudio encontró que los expuestos a la luz tenían tasas significativamente más altas de obesidad, diabetes e hipertensión; en comparación a la otra parte del grupo.
Los datos arrojaron que el 40.7 por ciento de los participantes expuestos a la luz, tenían obesidad, frente al 26.7 por ciento de quienes dormían en completa oscuridad.
La diabetes se presentó en el 17.8 por ciento de los expuestos a la luz, frente al 9.8 por ciento de los no expuestos.
Mientras que la hipertensión se halló en un 73.8 por ciento de los expuestos a la luz, y en 59.2 por ciento de los que dormían en total oscuridad.
El estudio no determina si la exposición a la luz es la causa directa de estos problemas de salud o si las personas con estas afecciones son más propensas a mantener la luz encendida por otras razones.
El equipo enfatizó la importancia de minimizar las fuentes de luz durante el sueño, y en caso de necesidad, optar por luces tenues cercanas al suelo.