La tradición de la carnita asada regiomontana se remonta a muchos años atrás, de acuerdo con diversos historiadores, tiene su origen con los primeros pobladores de la ciudad, que fueron los españoles y judíos sefarditas, quienes trajeron la costumbre de asar la carne, aunque no como la conocemos en estos días, sino en forma de flechas y costillas en un trinchador a las brasas.
Según los datos de historiadores, la variedad de cortes se ha ido incrementado a lo largo de los años en las distintas carnicerías de la ciudad, estos son de gran importancia en la realización de la carne asada. Entre los más destacados se encuentran el sirloin, T-bone, la costilla para asar, diezmillo, arrachera y New York.
Actualmente, la realización de una carne asada en la Sultana del Norte puede tener varios significados. Comienza con el festejo de algún cumpleaños, aniversario, reunión de negocios, un partido de fútbol o, en ocasiones, puede que los regios no tengan un motivo claro para hacer esta actividad y simplemente se organiza por el deseo de convivir y pasar un momento agradable con amigos o familia.
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La carne asada se cocina típicamente en parrillas a base de carbón o leña, lo que le da un sabor ahumado distintivo. Se marina la carne con adobos o simplemente se sazona con sal y pimienta. Suele estar acompañada de tortillas de maíz, guacamole, cebollas asadas y salsas picantes.
El Récord Guinness de Monterrey
Monterrey actualmente tiene el Récord Guinness por la carne asada más grande del mundo, la cual se realizó el 18 de agosto de 2013, y a la que asistieron alrededor de 45 mil personas.
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Además, según la Asociación de Engorda de Ganado Bovino del Noreste en Nuevo León, una persona llega a consumir hasta 37 kilos al año, de acuerdo con datos de 2017.
La carne asada en Monterrey se ha convertido en todo un ritual familiar, es una forma de honrar y celebrar esta herencia ganadera, ya que la carne de res es uno de los productos más emblemáticos de la región.