Con la llegada de las lluvias a la capital mexicana, las vialidades primarias y secundarias tienden a registrar asentamientos vehiculares, pero también obliga a la policía de tránsito a eficientar y reforzar sus dispositivos.
Las dificultades en el avance vehicular ha sido notorio en vías rápidas como Circuito Interior, Anillo Periférico, Viaducto Miguel Alemán, todos en sus diferentes tramos.
Obras del gobierno, manifestaciones, marchas, continuos cierres viales e incluso percances, son algunos aspectos adicionales que complican la movilidad vehicular.
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Por ejemplo las avenidas con frecuente presencia de manifestantes como Insurgentes, Paseo de la Reforma, Eje Central Lázaro Cárdenas, José Maria Izazaga, Fray Servando Teresa de Mier, y los distintos ejes viales, generan problemas no sólo en si mismas, sino también ocasiona una onda expansiva hacia otras vialidades.
La policía de tránsito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) adopta como medida inmediata el cierre anticipado de vialidades, cierres a vías rápidas, lo que ocasiona saturación excesiva de autos y transporte público en vías alternas.
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Es el caso de Periférico Sur y Ssn Jerónimo donde oficiales de la policía cierran accesos a la vía rápida; en Izazaga entre Eje Central y Luis Moya, por un campamento de obras que obstruye tres carriles; avenida Chapultepec, por otro espacio utilizado para los trabajos de rehabilitación de la Línea 1 del Metro.
Lo cierto es que el crecimiento del parque vehicular y la multiplicidad de motocicletas, obligan a los oficiales de tránsito a rediseñar sus operativos y mecanismos de control vehicular, así como establecer la presencia de uniformados donde verdaderamente se requieran.
@amarilloalarcon