El pozole es uno de esos platillos que simplemente no pueden faltar en las fiestas patrias. Su nombre viene del náhuatl “pozolli”, que significa “espumoso”, y hace referencia a la manera en que se cocina este alimento que, en la época prehispánica, tenía un carácter ceremonial.
Lo mejor del pozole es que cada región le da su propio toque, por ejemplo, en el centro del país se acostumbra el blanco, acompañado de rábanos, lechuga y orégano; en Jalisco se prepara rojo, con chiles guajillo o ancho; y en Guerrero es verde, con pepita de calabaza, epazote y chile. Esta variedad no solo hace que cada receta sea especial, sino que también nos invita a probar y redescubrir sabores tradicionales en cada bocado.
Además de su sabor, el pozole es un platillo que aporta varios beneficios. Sus ingredientes combinan proteínas, fibra y otros nutrientes que ayudan a tener energía suficiente para disfrutar de la celebración sin sentirse pesado. Comerlo no solo es un placer para el paladar, sino también una forma de celebrar la tradición y nutrirse mientras.
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¿Qué tan saludable es el pozole?
El pozole puede ser un platillo nutritivo si se come con moderación y se cuida un poco su preparación. Combina proteínas, carbohidratos y otros nutrientes que aportan energía, lo que lo hace ideal para disfrutar durante las fiestas patrias sin sentir que estamos exagerando.
Además, los expertos recomiendan pequeñas modificaciones, como reducir el exceso de grasa o acompañarlo con verduras frescas, para que incluso quienes tienen restricciones de salud puedan disfrutarlo sin preocupaciones.
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Beneficios de comer pozole en las fiestas patrias
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Todo en un solo plato
El pozole reúne los tres grupos principales de alimentos: verduras, cereales y proteínas de origen animal, lo que lo convierte en un platillo completo. Además, aporta los macronutrientes esenciales como carbohidratos, proteínas y grasas, los cuales son necesarios para mantener energía y saciedad durante la celebración, haciendo que cada comida sea equilibrada y satisfactoria.
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Nutrientes que fortalecen tu cuerpo
El maíz utilizado en el pozole pasa por un proceso especial llamado nixtamalización, que lo hace más rico en calcio y fibra. También genera almidón resistente, que actúa como prebiótico, y mejora la calidad de las proteínas mientras facilita la absorción de minerales importantes como zinc, fósforo y hierro.
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Ayuda a mantener el control de las porciones
Gracias a su contenido de proteínas y vegetales, el pozole puede ayudar a sentirse lleno por más tiempo, lo que facilita controlar las porciones y evitar excesos. Además, al preparado con cortes magros y acompañado de verduras, se convierte en un aliado dentro de una dieta equilibrada para quienes buscan mantener un peso saludable.
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Amigo de tu digestión
El maíz y las verduras que acompañan al pozole aportan fibra que ayuda a mantener un tránsito intestinal saludable. Además, el almidón resistente actúa como prebiótico, alimentando las bacterias buenas del intestino y favoreciendo una microbiota equilibrada, lo que se traduce en una mejor digestión.
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Salud cardiovascular
Consumir pozole con carnes magras y hierbas como orégano, cebolla y ajo puede favorecer la circulación y ayudar a mantener niveles saludables de colesterol y triglicéridos. Esto convierte al platillo en una opción deliciosa que también puede aportar beneficios para la salud del corazón.
