Un grupo de investigadores australianos identificó un nuevo problema de salud del sueño relacionado con los fines de semana. Aunque dormir más en sábado y domingo puede parecer inofensivo, la ciencia demuestra que el desvelo, el consumo de alcohol y el tabaco alteran de manera significativa la calidad del descanso.
El fenómeno fue denominado “apnea social” y fue documentado en un estudio publicado en la revista American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine. La investigación, encabezada por la Universidad de Flinders, analizó datos de más de 70 mil personas en todo el mundo, y encontró que la gravedad de la apnea obstructiva del sueño (OSA) aumenta notablemente durante los fines de semana.
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¿En qué consiste la apnea social?
Los científicos comprobaron que el riesgo de apnea del sueño se incrementa en un 18 por ciento los sábados respecto a los miércoles, un hallazgo que evidencia la influencia directa de los hábitos sociales en la salud nocturna. Este nuevo problema de salud del sueño afecta con más fuerza a los hombres y a los menores de 60 años, en quienes el aumento de casos alcanza hasta un 24 por ciento.
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El estudio reveló que dormir “de más” también puede jugar en contra. Un “sueño de recuperación” de al menos 45 minutos en fines de semana eleva en un 47 por ciento la probabilidad de apnea más severa. Factores como el alcohol, la irregularidad en los horarios y el tabaquismo actúan como disparadores que empeoran la respiración mientras se duerme.
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Consecuencias y riesgos a largo plazo
La apnea obstructiva del sueño ya es considerada un problema de salud pública global, pues afecta a cerca de mil millones de personas. Los especialistas advierten que la apnea social puede incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas, depresión, deterioro cognitivo, diabetes y accidentes de tránsito, debido al cansancio acumulado.
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El doctor Danny Eckert, director del FHMRI Sleep Health, subrayó que el hallazgo obliga a replantear los métodos de diagnóstico. La mayoría de pruebas clínicas se realizan en noches entre semana, lo que podría subestimar la gravedad real de la apnea.
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¿Qué recomiendan los expertos?
Los investigadores aconsejan mantener una rutina constante de sueño, con horarios estables tanto entre semana como en fines de semana. Dormir entre 7 y 9 horas, evitar el consumo excesivo de alcohol y respetar el uso de terapias médicas para la apnea son medidas clave para prevenir este nuevo problema de salud del sueño.
