Hacer desplantes todos los días puede parecer una rutina básica, pero en realidad tiene mucho más impacto del que imaginas. Este ejercicio no solo trabaja las piernas, también activa glúteos, abdomen, espalda y hasta los hombros. Es decir, es casi un entrenamiento completo en un solo movimiento. Además, no necesitas equipo especial ni mucho espacio, lo cual lo hace ideal para cualquier momento del día.
Otro gran punto a favor es que los desplantes mejoran el equilibrio y la coordinación, ya que obligan al cuerpo a mantenerse estable en cada paso. Esto implica un trabajo constante del core, que muchas veces olvidamos fortalecer. Con práctica regular, también notarás mayor resistencia, mejor postura y piernas más fuertes. Así que si los haces bien y con constancia, los beneficios pueden ser realmente notables.
Beneficios de hacer desplantes
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Fortalecen la parte baja del cuerpo
Los desplantes son excelentes para trabajar glúteos, muslos y pantorrillas, ya que cada repetición activa varios músculos, lo que ayuda a desarrollar fuerza y resistencia en las piernas. Si los haces con constancia, notarás que caminar, subir escaleras o correr se vuelve mucho más fácil. Además, tonifican sin necesidad de máquinas o pesas pesadas.
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Mejoran el equilibrio y la coordinación
Al ser un ejercicio donde trabajas una pierna a la vez, los desplantes te obligan a mantener el cuerpo en control. Esto activa el abdomen y los músculos de la cadera para no perder estabilidad. Con el tiempo, no solo mejoras tu postura, sino que también evitas caídas y lesiones por desbalance.
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Involucran más que solo las piernas
Aunque su enfoque principal es la parte inferior, los desplantes también hacen que el core trabaje duro. Incluso los brazos y la espalda se activan para mantener la postura correcta. Eso significa que, con solo este movimiento, puedes activar prácticamente todo el cuerpo.
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Se adaptan a cualquier nivel
Una de las grandes ventajas es su versatilidad, ya que hay desplantes hacia atrás, laterales, caminando o con peso. Eso los hace ideales tanto si estás empezando como si ya tienes experiencia. No necesitas equipo para empezar, y puedes ir subiendo la intensidad poco a poco según tu progreso.
Esto es lo que pasa si haces desplantes todos los días
Hacer desplantes todos los días puede parecer una buena idea si quieres ver resultados rápido, pero en realidad puede ser contraproducente. Como cualquier otro ejercicio, tus músculos necesitan tiempo para recuperarse, y si los trabajas sin descanso, podrías terminar con fatiga o incluso alguna lesión.
Lo ideal es darle a tu cuerpo al menos un par de días para que se recupere del esfuerzo, especialmente si estás trabajando músculos grandes como los de las piernas. Por eso, una buena frecuencia sería hacer desplantes dos o tres veces por semana. Así les das espacio a tus músculos para fortalecerse y adaptarse sin forzarlos de más.
Además, no se trata solo de cuántos días entrenes, sino de cómo haces el ejercicio. Lo más importante es mantener una buena técnica y asegurarte de trabajar ambos lados del cuerpo por igual. Puedes comenzar con pocas repeticiones y aumentar gradualmente conforme tu resistencia mejore, cuidando siempre tu forma para evitar lesiones y aprovechar mejor el ejercicio.
