El agua de rosas, obtenida de los pétalos de la rosa, ha sido utilizada durante siglos en la cosmética y la medicina tradicional por sus múltiples beneficios para la piel. Algunas personas no saben exactamente qué sirve y si realmente se puede notar un cambio en nuestra piel.
Los antiguos egipcios, conocidos por sus avanzados conocimientos en cosmética y medicina, utilizaban esta “pócima” en sus rituales de belleza y para embalsamar a sus faraones, ya que creían que esta agua tenía propiedades divinas y la asociaban con la diosa Isis.
Por otra parte, se dice que los persas fueron pioneros en la destilación de los pétalos de rosa para obtener su esencia y agua floral. Desarrollaron técnicas sofisticadas para extraer los compuestos aromáticos, y utilizaban el agua de rosas en la perfumería, la medicina y la cocina.
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¿Qué es el agua se rosas?
El agua de rosas es un tónico natural que se utiliza para hidratar, calmar, y revitalizar la piel. Sus usos son variados, ya que abarcan desde para aliviar el dolor de cabeza, las ojeras, hasta para el acné, incluso, para desvanecer estrías.
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Se obtiene destilando el aceite esencial de los pétalos de las rosas. La más preciada es la que procede de la rosa damascena.
- Beneficios de este tónico ancestral
- Hidratación: Ayuda a mantener la piel hidratada y equilibrada.
- Calma la piel: Reduce el enrojecimiento y la inflamación.
- Equilibra el pH: Ayuda a mantener la piel saludable y previene problemas como el acné y la irritación.
- Regeneración cutánea: Ayuda a liberar los poros y a retirar las células muertas.
- Antiinflamatorio y antibacteriano: Tiene propiedades que ayudan a calmar la piel sensible o con rosáce
El agua de rosas sigue siendo un ingrediente popular en la industria cosmética. Se encuentra en una amplia variedad de productos, desde tónicos faciales hasta cremas hidratantes