El estrés crónico en las personas adultas mayores afecta su salud física al agravar enfermedades crónicas como diabetes y artritis, por lo que es importante detectarlo y combatirlo hábitos saludables.
Antes de avanzar en el tema, tienes que saber que el estrés es el proceso que se desencadena cuando una persona percibe una situación o acontecimiento como amenazante o desbordante a sus recursos, exigiéndole un sobreesfuerzo que afecta a su bienestar.
Las fuentes de estrés que actúan sobre las personas mayores vendrían determinadas por los acontecimientos vitales mayores, los sucesos menores o estrés diario (microeventos) y los eventos traumáticos intensos.
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Evento que pueden desencadenar estrés crónico en los adultos mayores
Los acontecimientos vitales mayores que afectan al adulto mayor, suelen relacionarse con la muerte de seres queridos, pérdida de la salud, situaciones sociales, problemas familiares o económicos.
Los recursos personales para hacer frente a estos conflictos se encuentran disminuidos y estos sucesos vitales producen cambios en el curso de sus vidas.
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Los sucesos menores tienen menos impacto, pero son más frecuentes y acumulativos, relacionándose con las situaciones cotidianas adversas, sucesos fortuitos, limitaciones por razones de salud, contrariedades surgidas de la interrelación social.
Los eventos traumáticos intensos capaces de generar estrés postraumático (TEP), están basados en la amenaza que representan para la vida de la persona y en la forma en que ésta responde a dicha amenaza. Las personas que lo sufren, vuelven a revivir el suceso traumático en el sueño o en su imaginación de forma repetida, experimentando los síntomas nuevamente como si estuviera volviendo a suceder.
Cambios fisiológicos y el estrés
Lidiar con el estrés no es sencillo y puede llegar a ser muy angustioso. Esta sensación no mejora cuando se dan cambios fisiológicos tales como:
- Alteración del sueño y la temperatura corporal.
- Mayor sensación de sed y de deshidratación.
- Problemas inmunológicos.
Síntomas físicos del estrés
Sentir estrés no solo tiene consecuencias a nivel mental, también a nivel físico. Una persona con un alto nivel de estrés puede ver como su cuerpo sufre consecuencias como son:
- Diarrea o estreñimiento.
- Problemas de memoria.
- Dolores de cabeza.
- Problemas con la concentración.
- Rigidez en los músculos.
- Problemas para dormir.
- Dolores de estómago.
Todos estos cambios hacen que no se tenga la misma estabilidad en la vejez para convivir con el estrés que en otra etapa de la vida. Además, este también genera una serie de cambios fisiológicos como tensión muscular, sudores fríos o temblores.
Cuando buscar ayuda profesional
Dado que cada persona vive a su propio ritmo, es importante hacerles ver a los adultos mayores que no están solos y que existen profesionales para atender este tipo de situaciones.
Según los psicólogos, el acercamiento debe ocurrir cuando sientan que el estrés aumenta día a día, o te has estancado en un punto en el que no eres capaz de hacer tu vida como quieres.