La joroba, también conocida como chepa o hipercifosis, es una condición que afecta a muchas personas y puede causar molestias tanto físicas como estéticas. Afortunadamente, existen métodos efectivos para combatirla desde la comodidad del hogar y a continuación te los compartimos.
¿Por qué sale la joroba?
Pero antes, es importante tener en cuenta que la aparición de la joroba puede atribuirse a diversos factores. Una de las causas más comunes es la mala postura, especialmente cuando se mantiene una posición encorvada durante períodos prolongados. Esto es frecuente en personas que pasan mucho tiempo frente a la computadora o mirando constantemente hacia abajo al usar dispositivos móviles.
Además de los hábitos posturales inadecuados, existen otras razones por las que puede desarrollarse una joroba, por ejemplo: trastornos genéticos, como la cifosis cervical, problemas de salud como la osteoporosis, fracturas vertebrales y deformidades congénitas.
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Cabe destacar que, independientemente de la causa, la joroba puede tratarse y mejorarse con los ejercicios, así como cuidados adecuados.
¿Cómo quitar la joroba con ejercicios en casa?
Ahora bien, para combatir esta condición, puedes incorporar los siguientes ejercicios a tu rutina diaria:
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- Estiramiento en el suelo: Acuéstate boca arriba sin almohada y levanta los brazos deslizándolos por el suelo hasta la altura de los hombros. Realiza 2 series de 10 repeticiones. Este ejercicio ayuda a estirar los músculos del pecho y fortalecer la espalda.
- Fortalecimiento con bandas elásticas: Utiliza bandas de resistencia para trabajar los músculos de la espalda y los hombros. Realiza movimientos en diferentes direcciones para fortalecer estas áreas clave.
- Plancha (Plank): Este ejercicio fortalece el núcleo y mejora la postura general. Mantén la posición de plancha durante 30 segundos, aumentando gradualmente el tiempo a medida que ganes fuerza.
- Pilates en la pared: Estos ejercicios son excelentes para corregir la joroba. Apóyate contra una pared y realiza movimientos que estiren la columna y fortalezcan los músculos posturales.
Recuerda realizar estos ejercicios de forma regular y con cuidado. No obstante, si experimentas dolor o molestias, es recomendable consultar a un fisioterapeuta o profesional de la salud para obtener una evaluación personalizada y recomendaciones específicas para tu situación.