Cada 25 de julio se celebra el Día Mundial para la Prevención de los Ahogamientos con el fin de evitar las muertes por este motivo, que incrementan sobre todo en el verano con la afluencia a ríos y playas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) los ahogamientos cobran la vida de al menos 236 mil personas cada año, y se encuentran entre las 10 principales causas de muerte entre las personas de uno a 24 años.
Un dato importante es que, aunque todos están expuestos a un accidente de este tipo, el 90 por ciento de las muertes por ahogamiento no intencional se concentra en los países de ingresos bajos y medianos, y ocurren en ríos, lagos, pozos, recipientes de almacenamiento de agua domésticos y piscinas.
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Los ahogamientos afectan principalmente a niñas y niños que no solo se ahogan en las albercas, lagos o mares, sino también en pozos, cisternas, tinas, cubos de agua, entre otros, pues no han desarrollado habilidades para nadar o flotar.
Pero los adultos no están exentos de estos accidentes, y algunos de los motivos por los que pueden ahogarse son: consumir alcohol antes de meterse al agua, sobrevalorar la capacidad para nadar o la técnica incorrecta al enfrentarse a situaciones complicadas, tener alguna enfermedad cardiovascular, depresión, demencia, dificultad para caminar, entre otras.
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¿Cómo identificar a una persona que se está ahogando?
- Cabeza inclinada hacia atrás con la boca abierta
- La persona está flotando boca abajo o está intentando nadar en una dirección particular y sin hacer ningún progreso
- Se percibe visualmente que tiene dificultad para respirar
Una persona que se está ahogando no puede gritar pidiendo ayuda. Por ello, siempre debes estar atento a lo que pasa a tu alrededor.