Los parásitos son organismos que dependen de otros seres vivos, conocidos como huéspedes, para obtener alimento y refugio, a expensas del huésped; estos organismos pueden ser protozoos, gusanos o insectos que infectan a humanos y animales, causando diversas enfermedades.
Los parásitos pueden habitar en diferentes partes del cuerpo humano, como el intestino, la piel, el sistema circulatorio o los tejidos, y su presencia puede provocar síntomas como diarrea, fiebre, picazón, dolor abdominal, entre otros.
Es por ello que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hizo un llamado a la población para llevar a cabo una desparacitación periódica para evitar infecciones graves en el cuerpo.
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La desparasitación periódica es esencial para eliminar parásitos del cuerpo, tanto como medida preventiva para evitar infecciones como para tratarlas y reducir el riesgo de complicaciones intestinales. Según doctor Miguel Ángel Hernández Hernández, del IMSS, los parásitos afectan principalmente a niños y adolescentes, absorbiendo nutrientes y causando enfermedades que pueden requerir atención médica.
Hernández Hernández señaló la importancia de controlar las mascotas, como perros y gatos, que pueden ser portadores de parásitos y transmitirlos a las personas.
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El IMSS cuenta con programas como PrevenIMSS que ofrecen desparasitación preventiva y tratamientos para contrarrestar los síntomas; además, a través de campañas de salud, proporciona información y desparasitantes gratuitos para la población derechohabiente.
¿Cómo prevenir los parásitos en el cuerpo?
Buena higiene personal: Lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer y después de ir al baño, es una medida clave para prevenir la propagación de parásitos.
Consumo de alimentos seguros: Cocinar adecuadamente los alimentos, especialmente carnes, pescados y mariscos, ayuda a eliminar posibles parásitos y evitar su ingesta accidental.
Beber agua potable: Consumir agua tratada o embotellada puede prevenir la ingestión de parásitos transmitidos por el agua.
Prácticas seguras en la cocina: Mantener la cocina limpia y desinfectada, así como separar los utensilios para manipular alimentos crudos y cocidos, puede reducir el riesgo de contaminación por parásitos.
Evitar el contacto con animales infectados: Protegerse de las pulgas, garrapatas y otros insectos que pueden transportar parásitos es esencial para prevenir la infestación.
Vacunación y desparasitación: Mantener al día las vacunas y desparasitaciones recomendadas por profesionales de la salud puede ser una medida preventiva importante, especialmente en áreas endémicas.
Buena gestión de residuos: Mantener un entorno limpio y eliminar adecuadamente los desechos humanos y de animales puede prevenir la propagación de parásitos transmitidos por la tierra o el agua contaminada.