Es bien sabido que la gastronomía de México es tan diversa como lo son las distintas regiones del país, algunos platillos pueden ser tan exóticos como su riqueza cultural, tal es el caso del caldo de víbora de cascabel, un platillo consumido principalmente en los estados del centro y norte de México, pero ya prohibido o escaso, aquí te decimos el porqué.
Este platillo surgió como una alternativa a los tiempo de hambre, aunque puede que ya fuera consumido en la época prehispánica, cuando no existían los tabúes europeos sobre los alimentos; San Luis Potosí, Sonora (Desierto de Altar) y Zacatecas son algunos de los estados donde este caldo se consume de forma más cotidiana.
Según quienes la han consumido, la carne de víbora de cascabel es semejante a la del pollo o a la del pescado de agua dulce, y el consenso es que es muy nutritiva y de buen sabor. Actualmente no es necesario salir al campo para cazar una víbora, ya que su carne es comercializada en los mercados municipales de la región, incluyendo el de la capital de Zacatecas. En el caso de San Luis Potosí, la carretera Vanegas-Matehuala-San Luis Potosí es un mercado de carne de serpientes y de ratón de campo, otro de los alimentos exóticos al que se le atribuye buen sabor.
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¿Cómo se prepara el caldo de víbora?
Para preparar un caldo de víbora de cascabel, lo primero que se tiene que hacer es cortar la punta de la cola y la cabeza y retirar la piel. Posteriormente se hace un corte a lo largo de toda la víbora y se procede a limpiarla por el interior. Finalmente, se cose en agua con cebolla, ajo y sal, durante 25 minutos.
El caldo se puede hacer tan complejo como se desee, puedes incluir papas, arroz, chile chipotle, zanahorias, todo lo que normalmente le pones a uno de pollo o pescado. También se puede marinar en salsas y cocinarse a las brasas o al horno.
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¿Está próhibido?
De acuerdo al portal Tierra Fertil el consumo de la víbora de cascabel es desaconsejado, no por los tabúes alimenticios, sino porque ell sacrificio de serpientes para fines alimenticios, medicinales, para extraer su piel o por miedo a que sus picaduras sean mortales, han puesto en riesgo algunas especies. Pese a que sólo el 20 por ciento de las 322 especies de víboras que viven en México poseen veneno que pudiera causar daño a los humanos, muchas de ellas son víctimas del miedo y de sus usos como medicina alternativa.
Debido a lo anterior, desde 2001 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) catalogó como especies en riesgo a las cascabel regular (Crotalus molossus) y tropical (Crotalus dirissus); a la boa, la culebra real coralillo y la culebra sorda mexicana.