Si alguna vez has buscado perder peso, es probable que te hayan recomendado aumentar tu ingesta de agua. Tal vez incluso te han aconsejado específicamente que bebas un vaso completo antes de cada comida. Ahora, gracias a investigaciones recientes realizadas en Harvard, estamos más cerca de entender si esta práctica realmente funciona.
El doctor Robert H. Shmerling, un experto de esta institución de renombre, ha llevado a cabo un minucioso análisis de la investigación científica para arrojar luz sobre estas cuestiones.
Shmerling nos invita a examinar los argumentos que respaldan la teoría de que beber agua puede ayudar en la pérdida de peso, comenzando por aquel que probablemente te ha impulsado a buscar respuestas para satisfacer tu curiosidad.
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3 teorías principales
"Sentirse lleno, comer menos":
Beber antes de las comidas tiene sentido; al llenar el estómago con agua, los nervios detectan el estiramiento y envían señales al cerebro de saciedad.
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Un estudio reveló que sujetos mayores que bebieron agua antes de las comidas tendieron a comer menos. Otro estudio encontró que aquellos en una dieta baja en calorías y que bebieron agua extra antes de las comidas tenían menos apetito y más pérdida de peso durante 12 semanas. Sin embargo, ninguno evaluó el impacto a largo plazo.
"Tomar agua quema calorías":
La energía empleada en elevar la temperatura del agua consumida hasta alcanzar el nivel corporal, conocida como termogénesis, podría contrarrestar las calorías provenientes de las comidas.
Aunque investigaciones anteriores ofrecieron cierto respaldo a esta teoría, estudios más recientes no han encontrado pruebas concluyentes de que beber agua queme una cantidad significativa de calorías. Esto plantea dudas sobre la validez de la termogénesis como explicación.
La teoría que sugiere que a veces confundimos la sed con el hambre plantea la posibilidad de que busquemos alimentos cuando en realidad necesitamos agua. Si esto es cierto, consumir agua sin calorías podría prevenir la ingesta de calorías innecesarias y, potencialmente, fomentar la pérdida de peso.
Impulso para el ejercicio
Estar bien hidratado mejora el rendimiento durante el ejercicio y, por ende, facilita la pérdida de peso. La fatiga muscular, los calambres y el agotamiento por calor pueden ser consecuencia de la deshidratación. Por lo tanto, se aconseja una adecuada hidratación antes de realizar ejercicio, especialmente para atletas de élite que entrenan en ambientes cálidos.
Para la mayoría de las personas, parece ser innecesario hidratarse antes del ejercicio, y no se han encontrado estudios específicos que examinen el impacto de la hidratación en la pérdida de peso relacionada con la actividad física.
Finalmente, según el estudio de Harvard, sustituir bebidas con alto contenido calórico por agua puede ser un factor contribuyente a la pérdida de peso a largo plazo. Si tienes el hábito de consumir bebidas como refrescos azucarados, jugos de frutas o alcohol, optar consistentemente por agua puede resultar beneficioso.