La alcachofa es un alimento recomendable para todas las personas, pero su consumo está especialmente indicado para quienes padecen de colesterol elevado, diabetes, gota, dolencias hepáticas y ácido úrico, entre otras.
Sitios especializados en salud han afirmado que consumida con regularidad, incrementa la secreción biliar y la irrigación sanguínea del hígado, lo que ayuda a digerir mejor. Del mismo modo contribuye a eliminar las secuelas de las hepatitis y previene la formación de cálculos biliares.
Gracias a la cinaropicrina y la cinarina, dos de sus principios activos, la alcachofa favorece la regeneración de las células hepáticas y atenúa el impacto que el alcohol y otras sustancias tóxicas ejercen sobre ellas.
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Esta planta además las digestiones lentas, que provocan la sensación de estar lleno y también es un remedio en la convalecencia de las hepatitis y contra la hidropesía (hinchazón del abdomen por acumulación de líquido).
También es un buen desintoxicante del organismo y colabora en la eliminación del ácido úrico, con lo que es ideal para enfemos de gota.
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Aliada para el riñón
La alcachofa incrementa la diuresis y la excreción de urea, una sustancia tóxica que se produce en el organismo como resultado del metabolismo de las proteínas y que debe eliminarse con la orina.
Cuando se altera la función renal, el nivel de urea aumenta en la sangre y puede originar dolorosos ataques de gota.
También es útil contra la retención de líquidos con oliguria (producción escasa de orina).
Baja el colesterol
En un estudio realizado en 1994 se comparó la reducción de los niveles de lípidos mediante el consumo de alcachofa y alguno de sus derivados (extracto). Este estudio se realizó con un total de 84 pacientes afectados de hiperlipidemia.
Al cabo de 6 semanas de tratamiento, los niveles de colesterol LDL y de triglicéridos experimenta ron una tendencia a la disminución, mientras que el colesterol bueno HDL se elevaba.
Mejora la diabetes
La inulina que contiene la alcachofa es un hidrato de carbono que se transforma en levulosa, un azúcar natural, sin requerir la intervención de los jugos digestivos.
De ahí que la alcachofa ayude a las personas diabéticas a controlar sus niveles de azúcar, hasta el punto de que si se sigue un régimen adecuado y además se toma alcachofa a diario, los insulinodependientes pueden ver reducida sus dosis de insulina.