Es verdad que las personas que suelen levantarse más temprano son más exitosas y felices. El escritor y conferencista motivacional Robin Sharma hizo una reflexión al respecto.
Según el autor de ‘El club de las 5 de la mañana’ cuando las personas logran establecer una rutina matutina suelen ser más exitosos en su vida personal y profesional, ya que pueden dedicar tiempo a meditar, ejercitarse, relajarse y planificar por completo sus actividades del día.
Por ejemplo, los primeros 20 minutos de la mañana los puedes dedicar a realizar cualquier actividad física que haga fluir la sangre en todo el cuerpo.
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Posteriormente le vendrá bien a tu cuerpo meditar, leer o ver algo que nutra tu intelecto, y por último, hacer una planeación de tu día ayudará a tener un mejor control de tus actividades.
¿Por qué despertarse temprano no es para todas las personas?
Los seres humanos tienen un cronotopo que es el que controla el reloj corporal, es decir, aquel que hace que las personas sean más diurnas o nocturnas, según la psicoterapeuta del sueño Heather Darwall-Smith.
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“En realidad, la mayoría de la gente se sitúa en algún punto intermedio. Hay personas que se acuestan a las 10 de la noche y se despiertan a las 5 de la mañana, una rutina que encaja con su cronotipo. Pero muchos de nosotros no somos así", declaró.
En contraste con esto, Russell Foster, director del Instituto de Neurociencia Circadiana y del Sueño de la Universidad de Oxford, asegura que no existe algún estudio que compruebe que levantarse más temprano haga que un hombre sea saludable, rico o sabio.
De hecho él cree que quien lo promueve son personas que suelen tener asistentes a quienes pueden delegar responsabilidades y gozar así de su descanso, un lujo al que no todos pueden acceder.
La recompensa por dormir bien
Dormir bien es fundamental para mantener una buena salud física, mental y una calidad de vida óptima, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. De hecho, diversos estudios evidencian que la falta de sueño puede generar efectos negativos en el cuerpo y la mente, incluyendo un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad, disminución de las capacidades cognitivas, así como una mayor frecuencia de accidentes laborales y de tránsito.
El uso excesivo de dispositivos electrónicos, como teléfonos inteligentes, contribuye a este problema, especialmente entre adolescentes. Esto no solo los predispone al sobrepeso, sino que también puede llevar a síntomas depresivos.