ESTUDIO

Universidad de California detecta una causa más del aumento de suicidios

Un equipo de investigadores de esa institución encontró que las actitudes suicidas en niños de 9 a 11 años aumentaron tras dos años de tener este hábito.

Los videojuegos serían parte de este problema.
Los videojuegos serían parte de este problema.Créditos: Pexels
Escrito en TENDENCIAS el

Investigadores de la Universidad de California llegaron a la conclusión de que el tiempo que pasan los niños de 9 a 11 años frente a la pantalla aumenta la probabilidad del suicidio, una de las principales causas de muerte en adolescentes.

El estudio “Tiempo de pantalla y conductas suicidas entre niños adolescentes de 9 a 11 años”, publicado en la revista Preventive Medicine, señala que hay distintas pruebas que detectaron para afirmar lo anterior.

Una de ellas es que, al inicio de la investigación, los participantes reportaron un promedio de cuatro horas frente a la pantalla por día.

Crédito: Pexels

Dos años después, el 1.38 por ciento registró al menos una conducta suicida.

“Cada hora adicional de tiempo total frente a la pantalla se asoció prospectivamente con una probabilidad 1.09 mayor de conductas suicidas a los 2 años de seguimiento, después de ajustar las covariables”, describen en el resumen.

¿Qué más dice el estudio de la Universidad de California?

Además, informaron que cada hora adicional de mensajes de texto, videollamadas, visualización de videos y jugar videojuegos se relacionó con mayores probabilidades de conductas suicidas posteriores.

“Un mayor tiempo de pantalla se asocia con mayores probabilidades de informar comportamientos suicidas a los dos años de seguimiento. La investigación futura debe buscar identificar cómo las experiencias específicas de tiempo de pantalla pueden influir en los comportamientos suicidas”, escribieron en el ‘abstract’ de la investigación.

Crédito: Pexels

En conclusión, el estudio destaca la necesidad de “una guía urgente con respecto al tiempo en pantalla” e indica que futuras investigaciones podrían centrarse en encontrar mejores prácticas para monitorear este tipo de comportamientos.

El experimento estuvo a cargo de Jason Nagata, profesor asistente de pediatría en la Universidad de California en San Francisco, donde él y su equipo analizaron a 11 mil 633 niños de entre nueve a 11 años por dos años.