Algunas regiones de Marte esconden paisajes tan peculiares que parecen sacados de un sueño surrealista: pliegues y crestas que recuerdan al cerebro humano o a corales marinos. Más allá de su apariencia curiosa, estas formaciones han resultado ser una ventana al pasado climático del planeta rojo, según un estudio publicado en Planetary Science Journal.
Los investigadores creen que estas superficies, apodadas terrenos “coral-cerebro”, son en realidad restos de glaciares cubiertos por polvo y rocas, que perdieron parte de su hielo debido a cambios drásticos en la inclinación axial de Marte.
Aunque actualmente la inclinación de Marte es de unos 25 grados —similar a la de la Tierra—, a lo largo de millones de años este ángulo ha variado violentamente, alcanzando hasta 35 grados. Esos cambios afectaron la distribución del hielo en el planeta: cuando los polos se inclinaban más hacia el Sol, el hielo polar se sublimaba y se desplazaba hacia latitudes más bajas, dejando huellas visibles en la superficie.
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“Hace millones de años la inclinación cambió y los polos se inclinaron más hacia el Sol. Cuando esto ocurrió, la distribución del hielo se descontroló”, explicó Alex Morgan, investigador del Instituto de Ciencias Planetarias (PSI) y autor principal del estudio.
Así nacieron los terrenos de coral-cerebro, depósitos glaciares que se formaron lejos de los polos, en regiones de latitudes medias como Ismenius Lacus, Utopia Planitia y Arcadia Planitia.
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Cómo descifrar el clima marciano con cráteres
El equipo de Morgan usó imágenes del orbitador HiRISE de la NASA y un algoritmo de aprendizaje automático para identificar y mapear estas formaciones. Después, analizaron los cráteres de impacto de la zona: su número y grado de desgaste ofrecen una pista sobre la antigüedad de la superficie.
En este caso, descubrieron que faltaban cráteres pequeños de menos de 100 metros de diámetro. La explicación más probable: el terreno se redujo unos 10 metros por la pérdida de hielo, borrando los cráteres más recientes.
Una historia de 25 millones de años
Los cálculos sugieren que este proceso de deflación superficial comenzó hace unos 25 millones de años y terminó hace apenas 3 millones, durante el período Amazónico Tardío. En escalas geológicas marcianas, esto es prácticamente “ayer”, ya que muchas de sus estructuras más conocidas tienen miles de millones de años.
“Este estudio proporciona nueva evidencia de cómo y cuándo el cambio en la inclinación axial de Marte impulsó el avance y retroceso del hielo en las latitudes medias”, señaló Morgan.
¿Qué significa para la exploración espacial?
Comprender estos cambios recientes en Marte es clave no solo para reconstruir su historia climática, sino también para planear futuras misiones. Los restos de glaciares podrían representar reservas de agua congelada accesible, un recurso fundamental para la vida humana fuera de la Tierra.
