Imagina un castillo ancestral envuelto en la noche. De repente, sobre una violenta tormenta eléctrica, un destello fugaz de un carmesí intenso, se materializa en el cielo para desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. No es un cuento de hadas, es un fenómeno real y escurridizo conocido como "duende rojo" (sprite), uno de los misterios eléctricos de la alta atmósfera terrestre que más impresiona ante el ojo humano.
Recientemente, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha destacado una espectacular captura de estos fenómenos sobre el histórico castillo de Beynac, en Francia, una imagen que no solo es fascinante, sino que subraya el poder de la ciencia ciudadana.
Así lucen los ‘duendes rojos’ captados por la NASA
Como parte de su calendario 2025, esta imagen tomada por Nicolas Escurat, participante del proyecto Spritacular de la NASA, se convirtió en la fotografía del mes.
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Dicha captura forma parte de la ciencia ciudadana que promueve agencia la espacial del gobierno de Estados Unidos, que, como dice su nombre, es un proyecto de voluntariado donde cualquiera con una cámara o celular, desde la parte del mundo donde se encuentre, puede fotografiar los fenómenos más impresionantes.
¿Qué son los sprites?
También llamado espectro rojo, es un fenómeno del cielo que se produce a través de una descarga eléctrica, generada por encima de las nubes o cumulonimbus en tormentas intensas a menudo a altitudes de 50 a 90 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
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A diferencia de los rayos que viajan desde la nube hacia el suelo, los duendes rojos se generan en la ionosfera, la capa superior de la atmósfera. Se cree que son causados por la enorme diferencia de carga eléctrica que se acumula tras un potente rayo positivo de la tormenta inferior.
Un grupo de medusas rojas (sprite) flota sobre una gran nube de tormenta que parece brillar debido a la iluminación en su interior. Crédito: Levi Riggins/ NASA.
Pero… ¿por qué el color rojo? Esto se debe a cómo el nitrógeno reacciona ante esa descarga, aunque en ocasiones los extremos inferiores del fenómeno pueden adquirir tonalidades azuladas o violetas.
Es considerado uno de los más extraños hasta el momento. De primera instancia, parecen grandes fuegos artificiales, y para quienes no los conoce, también dan la sensación extraña del fin del mundo, como en las películas de ciencia ficción.
De la fantasía a la ciencia
Su nombre mitológico, o mejor dicho, fantástico, se remonta a que durante siglos, los humanos le atribuyeron características de mito y superstición ante la falta de entendimiento del mismo.
De acuerdo con National Geographic, fue hasta 1989 cuando la ciencia lo pudo confirmar oficialmente, gracias a un grupo de investigadores de la Universidad de Minnesota que capturaron accidentalmente a los duendes rojos.
