La NASA mantiene una intensa vigilancia sobre el cometa 3I/Atlas, un enigmático objeto interestelar que se estima tiene entre 20 y 30 kilómetros de diámetro.
La comunidad científica está a la expectativa de su máximo acercamiento a la Tierra, programado para el próximo 19 de diciembre, cuando se situará a 270 millones de kilómetros de nuestro planeta.
Este tránsito aportará valiosos datos sobre su naturaleza y formación, claves para finalmente descifrar el origen poco convencional de este visitante cósmico.
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El cometa ya alcanzó su punto más cercano al Sol el pasado 29 de octubre.
Se espera que, en su pico de aproximación a la Tierra, la distancia de 270 millones de kilómetros represente 1.8 veces la distancia entre el planeta y el Sol, según la Agencia Espacial Europea (ESA).
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A pesar de su proximidad, el objeto se situará al otro lado de la estrella, lo que limitará su visibilidad a grandes telescopios. Aunque el cometa 3I/Atlas no representa peligro alguno, su presencia ha generado gran curiosidad entre los astrónomos y la comunidad de fanáticos.
¿Cometa 3I / Atlas, objeto artificial o desgasificación anómala?
Las observaciones del cometa 3I/Atlas son realizadas periódicamente por una flota de satélites de la NASA, incluyendo el Hubble, el Webb, el TESS, y el rover Perseverance.
Sin embargo, el objeto se sigue sin comportar como un cometa ordinario, alimentando el debate científico. Algunos expertos, como el reconocido astrónomo Avi Loeb de la Universidad de Harvard, han planteado la posibilidad, aún no confirmada, de que el objeto sea de origen tecnológico o artificial.
Otros especialistas sostienen que su comportamiento inusual podría explicarse simplemente por una liberación anómala de gases generada por la desgasificación.
El cometa 3l / Atlas, que tiene un núcleo rocoso estimado en 5.6 kilómetros de diámetro y una masa que podría superar las 33 mil millones de toneladas, fue descubierto el 1 de julio de 2025 por el telescopio de sondeo ATLAS en Chile.
