La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) emitió una alerta por tormenta geomagnética severa de categoría G4, una de las más intensas registradas en los últimos años, tras detectar múltiples eyecciones de masa coronal (CME) provenientes del Sol, que actualmente impactan el campo magnético terrestre.
Una tormenta geomagnética intensa clasificada como G4 representa una alteración considerable del campo magnético de la Tierra originada por la actividad solar. Este tipo de evento puede generar fallas en las comunicaciones satelitales, en la señal de GPS y en las transmisiones de radio de alta frecuencia (HF). Además, puede hacer que las auroras sean visibles mucho más al sur de lo habitual.
Aunque estos eventos pueden durar horas o incluso días, sus efectos se sienten de inmediato. Los protones de alta energía son capaces de penetrar satélites, afectando circuitos electrónicos y sensores, e incluso pueden representar un riesgo biológico para astronautas y tripulaciones de vuelos en rutas polares.
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Además, cuando estas partículas chocan con la atmósfera, ionizan sus componentes y generan electrones libres, lo que da origen a una capa densa en la ionosfera. Esta capa actúa como una barrera que absorbe las ondas de radio de alta frecuencia (HF), dificultando las comunicaciones de emergencia, marítimas o aeronáuticas.
Centro de Predicción del Clima Espacial sostiene vigilancia sobre tormentas solares
El Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA mantiene una vigilancia constante sobre estas tormentas y emite alertas cuando se detecta la posibilidad de un evento S1 o mayor. También advierte a las autoridades cuando los protones de 100 MeV alcanzan niveles peligrosos, que podrían afectar tanto a las redes de comunicación como a los sistemas satelitales.
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Aunque la mayoría de las tormentas de radiación solar son de baja intensidad, los expertos recomiendan seguir las actualizaciones oficiales, ya que los eventos más severos podrían impactar la tecnología que usamos a diario y recordarnos lo dependiente que es nuestra vida moderna del clima espacial.
La intensidad del fenómeno permitió que las auroras se extendieran a zonas donde rara vez son visibles. En México, diversos observadores registraron destellos y tonalidades rojizas y verdosas en el cielo nocturno, especialmente en regiones del norte y centro del país.
Entre los lugares, donde se documentaron estos avistamientos destacan el Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir (Baja California), el municipio de García (Nuevo León), así como Ciudad Juárez, Zacatecas y San Luis Potosí.
¿Qué es una tormenta de radiación solar?
Una tormenta de radiación solar es uno de los fenómenos más potentes que puede generar el Sol, y su origen está en una gran erupción magnética que, en muchos casos, viene acompañada de una eyección de masa coronal y una llamarada solar. Durante estos eventos, el astro acelera partículas cargadas, principalmente protones a velocidades cercanas a la de la luz.
Estos protones viajan los 150 millones de kilómetros que separan al Sol de la Tierra en apenas unos minutos, y cuando alcanzan nuestro planeta, logran penetrar la magnetosfera, la capa que nos protege de la mayoría de las partículas solares de baja energía. Una vez dentro, los protones se deslizan a lo largo de las líneas del campo magnético terrestre hasta llegar a los polos, donde entran en la atmósfera y desencadenan una cadena de reacciones que pueden alterar las comunicaciones. Es por ello, que hasta el momento Administración Nacional Oceánica y Atmosférica notifica por una fuerte tormenta solar clasificada como G4.