El impresionante resplandor rojizo que sorprendió a los regiomontanos la madrugada de este miércoles tiene una explicación científica: fue causado por intensas llamaradas solares, informó Eduardo Pérez Tijerina, coordinador del Observatorio Astronómico Universitario de la UANL, ubicado en Iturbide, Nuevo León.
Pérez Tijerina explicó en entrevista con MVS Noticias Monterrey que, en los últimos días, el Sol ha emitido potentes erupciones solares —clasificadas del nivel uno al cinco— que provocaron auroras boreales visibles incluso en latitudes poco comunes como el norte de México.
“Lo que vimos ahora fue resultado de una llamarada solar que se generó hace tres días. Ayer se produjo otra y podríamos ver sus efectos entre viernes y sábado, aunque dependerá de cómo evolucione la actividad solar”, detalló.
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El especialista aclaró que las auroras boreales no representan un riesgo para la salud humana, ya que se desarrollan en la alta atmósfera y no tienen impacto directo sobre el cuerpo.
“No hay afectaciones a la salud. El riesgo se limita a sistemas eléctricos o tecnológicos, sobre todo en zonas de latitudes altas, como Canadá o el norte de Europa”, puntualizó.
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De acuerdo con los modelos de clima espacial, podría repetirse el fenómeno luminoso en los próximos días si continúa la actividad solar intensa. Las predicciones indican que entre el viernes y sábado podrían observarse nuevamente luces rojizas o verdosas en el cielo, aunque su visibilidad dependerá de la contaminación lumínica.
“Es posible verlas a simple vista fuera del área metropolitana, especialmente en lugares con poca iluminación artificial”, comentó el astrónomo.
La UANL, junto con la UNAM, forma parte del Laboratorio Nacional de Clima Espacial, reconocido por la Secretaría de Ciencias, que se encarga de monitorear estas variaciones solares y sus efectos sobre el planeta.
Los especialistas recomiendan disfrutar del espectáculo desde zonas oscuras y elevadas, ya que la intensidad del fenómeno puede ser mayor lejos de las luces de la ciudad.
