Durante 17 años, Lorena Rodríguez Moreno, una joven colombiana de 27 años, vivió bajo los efectos de una depresión severa que no respondía a ningún tratamiento. En 2025, decidió dar un paso sin precedentes: someterse a una cirugía cerebral para combatir la depresión.
Su historia, compartida por medios y redes sociales, ha generado un intenso debate sobre la salud mental y las nuevas alternativas terapéuticas.
¿Qué tipo de cirugía le realizaron?
La intervención practicada en el Hospital Internacional de Colombia, en Bucaramanga, fue una Estimulación Cerebral Profunda (ECP). Este procedimiento consiste en implantar electrodos en zonas específicas del cerebro para enviar pequeños impulsos eléctricos que modulan la actividad neuronal asociada al estado de ánimo.
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Lo más impactante es que Lorena permaneció despierta durante la operación. Su participación activa durante el procedimiento fue necesaria para que el equipo médico ajustara con precisión la ubicación y configuración de los electrodos en tiempo real.
¿Por qué fue candidata a este tratamiento?
La cirugía solo se considera en casos de depresión resistente al tratamiento, también conocida como refractaria. Esto ocurre cuando una persona ha probado múltiples terapias, al menos cuatro, sin obtener mejoras significativas.
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En el caso de Lorena, los especialistas determinaron que la ECP era una opción viable después de años sin respuesta a medicamentos ni intervenciones psicológicas.
La evaluación fue realizada por un equipo multidisciplinario compuesto por psiquiatras, neurólogos y neurocirujanos, quienes valoraron cuidadosamente los riesgos y beneficios.
¿Cómo ha sido su evolución tras la cirugía?
A tres meses de la operación, Lorena describe el cambio como un renacer. “Es como si hubiera vuelto a vivir”, dijo en una entrevista reciente. Reporta una notable mejoría en su estado de ánimo y una reconexión emocional con su entorno, sensaciones que creía perdidas desde la adolescencia.
Su caso no solo se ha hecho viral en Colombia, sino que también ha encendido el interés de médicos, pacientes y familiares que buscan nuevas alternativas frente a enfermedades mentales graves.
El caso de Lorena Rodríguez, la colombiana que se sometió a una cirugía contra la depresión, marca un hito en la medicina de su país. Representa no solo un avance médico, sino también un llamado a visibilizar los desafíos de quienes viven con trastornos mentales severos.