En TikTok se ha hecho viral la práctica conocida como Mouth Taping, que consiste en taparse la boca con cinta adhesiva para dormir, ayudar a la oxigenación, dejar de roncar y tener más energía al despertarse, entre otros supuestos beneficios, pero que implica también grandes riesgos que aquí te explicamos para que pienses dos veces antes de llevarla al cabo.
A la fecha, más de una de cada 10 personas había probado la técnica de Mouth Taping, según una encuesta de la Academia Americana de Medicina del Sueño realizada en Estados Unidos en 2023 a 2 mil adultos que habían incorporado recientemente nuevas tendencias para descansar bien, pero sin darse cuenta de los riesgos que conlleva taparse la boca con cinta adhesiva para dormir.
Beneficios del Mouth Taping al dormir
Francisca Borrmann, licenciada en Fonoaudiología del Hospital Italiano de Buenos Aires, defiende el Mouth Taping de los supuestos riesgos que implica taparse la boca con cinta adhesiva al indicar que “favorece el sellado labial para que la boca permanezca cerrada al dormir, lo que estimula el uso de la respiración nasal, que es la forma fisiológica y más saludable de respirar”.
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No obstante, reconoce que dicha práctica “no constituye un tratamiento en sí mismo, sino que es una herramienta complementaria. Su indicación debe hacerse tras una evaluación profesional completa y debe ser supervisada por profesionales capacitados, ya que no es recomendable para todas las personas y, en algunos casos podría resultar contraproducente”.
Mouth Taping: estos son los riesgos a los que te expones
Aunque el Mouth Taping realmente es una práctica clínica a la que recurren varios especialistas, lo cierto es que no es para todos pues puede representar graves riesgos para la salud, especialmente para quienes padecen apnea obstructiva del sueño y trastornos respiratorios al dormir, según una investigación publicada en PLOS One en mayo de este año.
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Dicho estudio indica que taparse la boca con cinta adhesiva puede restringir el flujo de aire, lo que aumenta la posibilidad de asfixia y genera estrés adicional en el sistema respiratorio, con riesgos de agravamiento de síntomas en pacientes con ansiedad o trastornos de pánico, alteraciones del sueño y sobre todo sensación de ahogo o dificultad para respirar. Tampoco es recomendable en personas con reflujo gastroesofágico.
