¿Eres adicta a tu celular al grado de que no puedes vivir sin él? ¡Cuidado! Un nuevo estudio de la Universidad de Medicina George Emil Palade, en Rumanía, afirma que las mujeres son más propensas que los hombres a tener problemas de salud mental por el uso excesivo y problemático de los smartphones, que pueden derivar en dependencia sicológica o conductual, además de llevarlas a experimentar mayor ansiedad social.
Ah, pero eso no es todo, pues según dicho análisis respecto a los problemas y cómo afectan los smartphones la salud mental de las mujeres afirma también que el género está directamente relacionado con el tiempo dedicado al uso de los teléfonos y el miedo a ser juzgadas negativamente por otros en línea.
Las mujeres, las que más usan los smartphones
De tal modo, descubrieron que el uso en mujeres jóvenes es mucho mayor que en los hombres, haciéndolas mucho más propensas a sufrir problemas de salud mental a causa del uso indiscriminado de los smartphones, según el doctor Csibi Sándor, de la Universidad de Medicina George Emil Palade e investigador principal.
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“Nuestro estudio también revela la influencia de la interactividad social, la baja comprensión emocional y las variaciones en la percepción del apoyo social, que podrían deberse al uso problemático del teléfono inteligente. Es importante seguir investigando estas áreas para comprender mejor estas diferencias de comportamiento entre géneros y determinar qué métodos deben implementarse para apoyar a estas personas”, aseguró el científico.
Factores que llevan a las mujeres a sufrir problemas mentales
Para comprender mejor el proceso de adicción a los teléfonos inteligentes, los investigadores se propusieron investigar el uso problemático de smartphones, la regulación emocional, el bienestar mental y hasta las diferencias de ansiedad social entre géneros, en un estudio que involucró a 400 adultos jóvenes (edad promedio de 25.9 años): 104 hombres y 293 mujeres.
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Finalmente, el uso problemático de teléfonos inteligentes quedó de manifiesto con este análisis, en el que el género explicó diferencias significativas en el tiempo de uso por día, Escala de Continuidad de Salud Mental (MHC), Escala de Evaluación de Emociones (AES) y Cuestionario de Miedo a la Percepción Negativa (FNPQ), que llevan a las mujeres jóvenes a ser más propensas a experimentar mayor ansiedad, generar dependencia emocional y dificultad en la regulación de sus emociones.