Las uñas no solo cumplen una función estética, también pueden revelar pistas importantes sobre la salud.
Uno de los signos más comunes que puede llamar la atención es la aparición de líneas o rayas, ya sea verticales u horizontales, en la superficie de las uñas. Aunque generalmente no representan un problema grave, algunas de estas marcas pueden indicar condiciones de salud subyacentes.
Rayas verticales
Las líneas verticales en las uñas, que van desde la cutícula hasta la punta, son un cambio común, especialmente a medida que envejecemos.
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Este tipo de rayas suele ser inofensivo y se debe, en la mayoría de los casos, a la reducción de los niveles de humedad y la disminución de la producción de queratina en el lecho ungueal, un proceso natural del envejecimiento.
Sin embargo, cuando estas líneas se vuelven profundas, decoloradas o aparecen de manera repentina, pueden ser señal de algún tipo de carencia nutricional, como de vitaminas del complejo B o hierro.
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Rayas horizontales
Las líneas horizontales, también conocidas como líneas de Beau, pueden ser más preocupantes. Su presencia a menudo sugiere que ha habido una interrupción en el crecimiento de las uñas, posiblemente por infecciones graves, problemas de circulación, enfermedades cardíacas o periodos de estrés físico intenso.
Incluso una fiebre elevada podría ser suficiente para interrumpir temporalmente el crecimiento de las uñas, dejando estas marcas.
Otros factores que pueden influir
Además de las causas mencionadas, existen otros factores que pueden provocar la aparición de rayas en las uñas. Algunos de estos incluyen el uso excesivo de productos químicos, como removedores de esmalte con acetona, golpes constantes en las uñas o una mala alimentación.
Personas con condiciones crónicas como la psoriasis, el eczema o la artritis reumatoide también suelen presentar irregularidades en las uñas.
Como mantener las uñas saludables
Aunque no todas las rayas en las uñas requieren tratamiento, mantener un estilo de vida saludable puede reducir su aparición. Asegúrate de incluir una dieta rica en vitaminas y minerales, especialmente vitamina E, hierro y biotina, los cuales fortalecen la estructura de las uñas.
Además, proteger las manos del contacto directo con productos químicos y utilizar hidratantes específicos para cutículas y uñas puede ayudar a evitar la resequedad y el daño.
¿Cuándo consultar a un especialista?
Es importante acudir a un dermatólogo si las rayas vienen acompañadas de otros síntomas como dolor, enrojecimiento, o cambios notables en la textura y color de las uñas, ya que podrían indicar una condición más seria.
También, si las líneas se presentan de forma repentina o se expanden, un especialista podrá evaluar el problema a fondo y ofrecer un diagnóstico adecuado.