La vejez no tiene porque ser sinónimo de enfermedades y sufrimiento, muestra de ellos son los datos que presentó la Universidad de Harvard sobre la importancia de realizar cuatro sencillos ejercicios que te ayudarán a combatir los estragos del paso de los años.
Debes de tener claro que un estilo de vida saludable que incluya la actividad física, relacionarse socialmente y una actitud mental positiva son algunos de los factores que pueden influir en una mejor calidad de vida.
Llevar una vida sedentaria trae consigo muchos efectos secundarios como el aumento de la fatiga, dificultad para conciliar el sueño, dificultad en la realización de tareas de la vida diaria y disminución de la auto-estima, por solo citar algunos.
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Frecuentemente se confunden los efectos negativos de una vida sedentaria con el proceso del envejecimiento. Es importante recordar que los factores del estilo de vida que controlamos pueden marcar una diferencia en la forma en que envejecemos.
Si el individuo incorpora la práctica de la actividad física de una forma regular en su vida, estará influyendo positivamente la forma que envejece. Por tanto la actividad física le ayudara a preservar la independencia al aumentar la habilidad funcional a continuación te enumeramos algunos ejercicios que te pueden ser útiles.
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Ejercicios recomendados por la Universidad de Harvard
Harvard recomienda algunos ejercicios que pueden ayudar a evitar la pérdida de masa muscular, pues pasados los 60 años de edad, es importante hacer ejercicios que nos ayuden a reforzar músculos, huesos y articulaciones, pero sin provocar daños o incidir sobre lesiones anteriores:
Sentadillas: Las sentadillas fortalecen todos los grupos musculares en las piernas, incluidas las pantorrillas, los cuádriceps, los isquiotibiales y los glúteos, así como los músculos en la parte inferior de la espalda y el torso. Esos músculos proporcionan la base para la mayoría de las actividades de la vida diaria.
Elevación lateral de piernas: De pie, las personas se apoyan con las manos en el respaldo de una silla para no perder el equilibrio. Con la espalda y piernas rectas, levantamos una pierna hacia el lateral, siempre sin doblarla, hasta conseguir tenerla a unos 20 cm de altura sobre el suelo. Mantenemos esta posición durante dos segundos y bajamos lentamente hasta adoptar de nuevo la posición inicial. Hacemos dos o tres series de ocho a doce repeticiones, alternando ambas piernas. Más adelante, se podrán añadir pesas de tobillo.
Con este movimiento, entrenaremos los músculos laterales de las caderas y piernas, especialmente los muslos.
Mosca inversa: Mientras estás sentado procura separar los brazos hacia los lados e intenta unir los omóplatos. Puedes añadir pesas y así trabajarás los hombros, la espalda y lograrás una mejor postura.
Recuerda que una vez que alcanzas los 60 años y con la pérdida de masa muscular aumenta el riesgo de lesiones por caídas y fracturas de huesos por lo que es necesario reforzar los músculos pero sin causar daños.
Press de hombros: Puedes practicar este ejercicio de pie o sentado. Lo que necesitas es sujetar una pesa o mancuerna en cada mano a la altura de los hombros y elevar los brazos despacio por encima de la cabeza.
Regresa a la posición inicial con movimientos controlados. Con ello fortaleces los hombros y los brazos.
"El envejecimiento aumenta el riesgo de lesiones en el hombro debido al desgaste de articulaciones, tendones, ligamentos y pérdida de masa muscular", reconoció Eduardo Sánchez Alepuz especialista en salud, por lo que recomendó evitar cualquier situación que pueda atentar contra la seguridad y salud de los adultos mayores.