Ser una persona optimista suele ser difícil de conseguir todos los días, y es que las situaciones no siempre pueden ser las más favorecedoras para estar positivo. No obstante, sí existen 3 hábitos marcados, según Harvard, que indican que una persona es optimista. ¿Quieres saber si estás en la lista? ¡Acompáñanos!
Según Laura Kubanzky, quien ejerce como codirectora del Centro Kum Sheung dedicada a la Salud y la Felicidad en la Escuela TH Chan de Salud Pública de Harvard, la predisposición al optimismo puede ser atribuible a la herencia genética en un rango que oscila entre el 20% y el 30%. Otros factores, como los ingresos, el nivel educativo, el lugar de nacimiento y el estatus social, constituyen el resto de las variables determinantes.
Resalta tus fortalezas
El Greater Good Science Center de la Universidad de California en Berkley propone una actividad para destacar tus puntos fuertes: identifica y asimila tus habilidades o virtudes personales. Estos pueden incluir la bondad, la racionalidad, el pensamiento imaginativo y la organización. Una vez identificadas, crea una lista de actividades que se centran en ellas durante el día. Por ejemplo, si ha elegido la amabilidad, busca oportunidades para demostrar este rasgo mediante acciones concretas. Repite el proceso eligiendo un punto fuerte diferente y una tarea diferente cada día. El éxito en estas actividades contribuirá a fortalecer tu actitud optimista al alcanzar tus metas.
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Cultiva el pensamiento positivo
Las expectativas suelen ser la fuente principal de decepciones, a pesar de que resulta difícil evitar tenerlas. Es más sensato gestionar estas expectativas y, por fin, la decepción. Esto implica no depositar todas las esperanzas en una sola cosa o persona que luego pueda defraudarnos. Por ejemplo, si un amigo no puede asistir a la cena que habías planeado, llama a otro cercano y organiza algo con él. Si no responde, disfruta de una película en el cine por tu cuenta, acompañado de unas palomitas.
Desarrolla tu mejor versión
Reflexiona sobre tu dirección actual y tu estado emocional. Identifica las cosas que son importantes para ti y aquello que más valoras, explicando por qué. Solo cuando tengas claro lo que realmente deseas y lo que te llevará a ser la mejor versión de ti mismo podrás empezar a trabajar en ello. La claridad y la determinación marcan la diferencia y, en última instancia, te acercan a alcanzar tus objetivos en la vida.
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En gran medida, el optimismo es una característica que está bajo el control individual de cada persona, por lo que tener esta cualidad está en nuestras manos la mayoría del tiempo, solo es cuestión de practicar las anteriores acciones que destaca la especialista de la Universidad de Harvard.