HALLOWEEN

¿Por qué nos da miedo los fantasmas que fueron niños?

Seas creyente o no de la cuestión paranormal, no se puede negar las experiencias que han tenido muchas personas, y que se comparten de voz en voz.

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Imagen ilustrativa.Créditos: Pixabay.com
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El recuerdo de historias de apariciones es habitual en todo el mundo y en función del momento o el lugar, nos puede llenar de miedo el espíritu; pero si existe un relato ante el cual a todos se nos eriza el vello, esos son los fantasmas de niños.

La festividad de Halloween es celebrar nuestro vínculo con el otro mundo, es esa parte humana que siempre ha querido conectar con la parte muerta de este plano, pero ¿por qué nos persiguen los fantasmas de niños?

Javier Pérez Campos, un periodista, escritor español y reportero del programa de televisión Cuarto Milenio, aborda el tema de los fantasmas de los niños como un fenómeno que se ha extendido en todas las latitudes.

Una realidad que se ha convertido en leyenda

“Para todas las culturas a lo largo de la historia, incluida la nuestra, el fantasma del niño es, sin duda, el más temido”, comenta este escritor e investigador en el epílogo de “Inmaturi”, donde relata una serie de sucesos que no se explican racionalmente, con un denominador común: la muerte de un niño o niña de corta edad y el espíritu (o lo que sea) que dejan y las formas que tiene este al llegar con los vivos.

En entrevista con la agencia EFE, Javier Pérez sostiene que el fantasma de un niño es lo más antinatural que existe, porque no hay nada racional que explique la razón de que la vida de un pequeño tenga que llegar a su fin, y también porque el fantasma de un niño es como un espejo donde se refleja nuestra propia fugacidad”, comenta el autor.

Los casos de fantasmas de niño

Haciendo una investigación en la ciudad de Mérida (Extremadura, oeste de España) me llega al primer relato de un niño fantasma en España. Se trata de la historia del “Niño Augusto”, que se produjo en el siglo VI y que además descubro estando con mi hijo, recién nacido, en los brazos. Todo un presagio; afirma Pérez Campos.

También está el caso de el “Niño Blanco”, un espíritu a quien en ocasiones se le ve cerca de las puertas del cementerio de la localidad de Aceitunilla (Cáceres, Oeste de España).

Se trata de la aparición de un recién nacido que hizo estremecer a aguerridos cazadores cuando se describió por primera vez en las crónicas del siglo XVIII. Una aparición que ha seguido repitiéndose hasta el día de hoy, según han contado testigos.