Y cuando pensamos que las cosas cambiarían en nuestro sistema político, pues resulta que no, y en el Instituto Nacional Electoral (INE) se registraron 89 organizaciones que pretenden convertirse en partido político. Sí, nuevas franquicias que buscan vivir del erario.
¿De verdad necesitamos más partidos?, hoy mantenemos a seis a nivel nacional y en algunos estados suman hasta 12 organizaciones políticas, a las cuales se les asignan recursos. Tan sólo para este año el INE destinó una bolsa de recursos por 7, 754 millones de pesos para su operación ordinaria, tareas de capacitación o formación política, o apoyo al liderazgo político de las mujeres.
¿Imagine lo que se podría hacer con estos recursos para atender el desabasto de medicamentos o reparar escuelas en todo el país, entre otras necesidades? Por lo pronto, el próximo 15 de febrero, el INE dará a conocer la lista de las asociaciones que puedan avanzar a la siguiente etapa con miras a su reconocimiento oficial en 2026.
Te podría interesar
Nada nuevo en México, donde el surgimiento de partidos se produce cada sexenio y no es producto de un signo de pluralidad política, sino de cotos de poder al servicio de grupos determinados que, entre otros beneficios, disfrutan de los cuantiosos presupuestos provenientes del erario. Ejemplos de estos vividores son el Partido del Trabajo; Partido Verde Ecologista de México y Partido Encuentro Social, con diferentes nombres, entre otros.
¿Cuánto más resistirá la democracia mexicana el costo de estas rémoras políticas, que no han entendido, la presión de la democracia participativa sobre la representativa?
Te podría interesar
En marzo de 2021 el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Cultura Cívica en donde se observa que 76.4% de la población tiene poco o nada de confianza a los partidos políticos.
La democracia y el bien común sólo son frases del gastado discurso en busca del voto; lo suyo, lo suyo, es la intriga palaciega, las alianzas al mejor postor y los pactos para repartirse el botín. No les importa la gente y sus necesidades. La ven y utilizan como parte de su parafernalia en tiempos de campaña, luego, al olvido.
Se arrogan el derecho y el título de representantes del pueblo, como si realmente gozaran del respaldo. Olvidan que el carro completo se acabó y que, desde principios del siglo XXI, los ciudadanos han manifestado en las urnas su hartazgo e inconformidad por los malos resultados de nuestra partidocracia.
Si realmente deseamos elevar el nivel de nuestra democracia, debemos revisar el tema del registro, financiamiento a los partidos políticos y el rol que juegan en el actual contexto histórico, cultural y social como parte de un proceso global de cambio democrático, que se adapte a las realidades económicas del país.
La gobernabilidad de México no debe estar sujeta a la permanencia o ascenso de la franquicia política con el mayor número de militantes registrados en el padrón electoral a través del partido hegemónico. Los recursos públicos no deben estar sujetos a las mezquindades políticas de quienes dicen representar al pueblo.
Sin duda, las elecciones intermedias de 2027 serán un buen termómetro para medir a cada partido frente a las nuevas realidades políticas y sociales del país.
Vericuentos
Infonavit a construir
En sábado y con la cortina distractora de Trump la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados con el respaldo de Movimiento Ciudadano aprobó las reformas a las leyes que permitirán al Infonavit, dirigido por Octavio Romero, regresar a ser un constructor de viviendas y disponer de una cartera de 2.4 billones de pesos, que son los ahorros de los trabajadores. PAN y PRI, votaron en contra de la reforma a la Ley del Infonavit. Elías Lixa, coordinador de la bancada panista, acusó al gobierno de querer utilizar los ahorros de los trabajadores sin dar certeza jurídica a las personas de que su dinero está a salvo. ¡Tómala!
Sheinbaum vs. Norma Piña
¡Fuera máscaras! el Poder Judicial no fue invitado a la ceremonia del 108 aniversario de la promulgación de la constitución política de 1917 que encabezará la presidenta Claudia Sheinbaum. Directo, sin cortapisas, la mandataria federal informó que tomó la decisión de no requerir a la Ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, debido a su actuación en las elecciones para renovar este poder. Advirtió que además del respeto a la constitución, la corte también debe respetar al ejecutivo y al legislativo. Al respecto, los magistrados federales reprocharon la decisión de la presidenta Claudia Sheinbaum. La Magistrada Carmen García le pidió comportarse como jefa de estado y entender que ese evento no es su fiesta de cumpleaños ni un mitin político. Así las cosas, en las altas esferas de la política nacional. ¡Hay tiro!
@guillegomora