Un suceso histórico en la vida fiscal y de resolución tributaria en la justicia administrativa de México se ha definido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien de forma unánime ha votado la sentencia para que el empresario mexicano Ricardo Salinas, dueño de los grupos Elektra y Tv Azteca, liquide su deuda de 50 mil millones de pesos de impuestos y recargos que se han
acumulado desde 2008 hasta el 2013 que son los ejercicios fiscales que hasta ahora están en firme de cobro.
Donde todo parece indicar comienza una lucha legal entre el servicio tributario de nuestro país y el magnate mexicano; quien ha anunciado que recurrirá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, aunque los especialistas en materia penal, advierten que esta corte tiene un campo muy limitado en derechos económicos, más bien atiende temas de personas físicas no tanto morales. Habrá que seguir el desarrollo de esta querella.
Por lo pronto, se suman demandas fiscales al famoso empresario conocido en las redes sociales como 'el tío Richi' no sólo nacionales sino con socios internacionales. El perfil empresarial del magnate de medios, bancos y tiendas de electrodomésticos en abonos chiquitos, es atípico: su enorme gusto mediático por exhibirse en las redes sociales, hacer comentarios misóginos, clasistas, antiderechos, machistas; ser un extravagante líder mediático que gusta de mostrarse entre lujos y sin límites, a grados delirantes de supremacista, es poco frecuente en la cúpula empresarial de nuestro país, quien mantienen un perfil bajo, discreto y sin fobias políticas públicas.
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Todo lo contrario, al estilo de Salinas Pliego, quien sin reparo ni mesura violenta a todo aquel que piense distinto a su filosofía de vida y estilo directivo, colocándolo en su personaje aspiracional que líder empresarial. La resolución que la SCJN ha determinado sobre los adeudos fiscales de las empresas Elektra y Tv Azteca están muy comprometidas y para algunos expertos dicen que el trayecto que seguirán en el cumplimiento de lo tributario llevará por lo menos un año en que podamos conocer qué tanto negociaron las partes, cuál es la imagen que el Estado mexicano quiere mostrar para los ciudadanos que precisamos de justicia, disminución de impunidad y apego a derecho.
Era la década de los años cuarenta del siglo XX, cuando el cubano Richard Egües escribió aquel célebre e inmortal chachachá 'El bodeguero', que hizo famosa a la Orquesta Aragón y con el tiempo el estribillo se convirtió casi en un refrán popular que se atribuye a los morosos. No más pertinente en estos días para uno de los empresarios mexicanos que mejor retrata el sistema de impunidad con que parece ser una práctica a modo para evadir el pago de impuestos, negociar desde las cúpulas su obligación fiscal que todo ciudadano debemos cumplir por nuestra actividad económica ya sea como empleado, empleador y empresarios.
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Una práctica que parecía parte del pacto fiscal cuando un candidato y/o un partido acordaba los apoyos y prebendas con empresarios en momentos electorales o crisis económicas ya fuera en condonaciones, desaparición de adeudos o cargas fiscales con beneficios a las partes. No quiero ser iluso pensando que esto ya se acabó en el actual gobierno, pero sí es un caso único en la historia reciente de los magnates y el Estado que entran en pugna abierta frontal y con el mazo de la ley dar el golpe en la mesa donde más duele a los empresarios: el bolsillo.
Tomemos chocolate, lento y con calma mientras vemos el trascurso de esta situación fiscal que pone en la cuerda al empresario más bravucón del sistema económico nacional. Mientras lo bebemos, vaya pagando en abonos chiquitos lo que debe, el mediático y popular tío Richi. Necesitamos un ejemplo de justicia y cero impunidad que aliente a cumplir con nuestros compromisos fiscales.
