Importante será la derrama ecónomica que dejará, como cada año, el Gran Premio de La Ciudad de México. De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, el evento que se llevará a cabo del 24 al 26 de octubre dejará ingresos estimados en 20 mil 892 millones de pesos, que representan un aumento del 16.47 por ciento, respecto al año anterior.
Un dato relevante es que, aunque para este año no se contará con la presencia de Sergio “Checo” Pérez en la parrilla de salida, no se observaron pérdidas en la venta de boletos para la carrera, dado a que las entradas se comercializaron cuando todavía no se tenía conocimiento que el piloto mexicano dejaría un año la Fórmula 1, lo que pudo incidir en los ingresos de taquilla.
Sin embargo, al saberse que, para el siguiente año, el piloto tapatío regresará con renovados bríos, el ánimo de la afición mexicana no se verá mermado este fin de semana en que se desarrolle de nueva cuenta una fecha de la gran carpa en nuestro país.
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Así es de que esta semana será de fiesta en México y justamente este lunes arribaron monoplazas, motores, alerones, herramientas, equipamiento especializado y suministros del hospitality de cada escudería, así como neumáticos, el safety car, el coche médico y aditamentos para la transmisión de televisión.
Sin duda, la Fórmula Uno continuará siendo una inversión extremadamente redituable en México, pese a lo costoso que representa asistir a la carrera realizada en el Autódromo Hermanos Rodríguez, que es incluso catalogada como uno de los grandes premios más caros de toda la temporada después de Las Vegas, Mónaco y Miami.
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Dividiendo… Venezuela y la revolución que no fue
Herencia de una revolución fallida, Venezuela se debate entre la inercia de un régimen que ya no convence y la esperanza de una sociedad que aún no logra organizar su relevo. Entre el agotamiento de un modelo que prometió justicia social y terminó generando miseria estructural, y la búsqueda de una salida política que no derive en violencia ni intervención extranjera.
Es un país sostenido por el miedo y la costumbre donde el poder se aferra a los íconos del pasado mientras la mayoría sobrevive al margen de ellos.
Desde 2015, más de 7.7 millones de venezolanos han abandonado su país según ha señalado ACNUR; 6.5 millones de ellos se encontrarían dispersos a lo largo de América Latina y el Caribe, siendo Colombia, Perú y Chile sus principales destinos de acuerdo a la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela. Un éxodo masivo impulsado por la hiperinflación, la escasez de alimentos y medicinas, y la falta de oportunidades laborales, factores que han sumido a la población en la pobreza y la desesperanza.
El régimen encabezado por Nicolás Maduro encuentra su fuerza en la lealtad de los militares y en una red de clientelismo que reparte privilegios que dependen de una economía agotada: la inflación anual ronda el 172% y la mensual supera el 18%. La mitad de la población -51.9% de acuerdo con la encuesta ENCOVI- vive en condiciones de pobreza y el PIB nominal estimado para 2025 apenas alcanza los 110 mil millones de dólares, una quinta parte de lo que el país tenía antes de la crisis de 2014.
Desde mediados de 2025, Washington ha incrementado su presión. En septiembre, el Pentágono autorizó operaciones encubiertas contra embarcaciones, que sin pruebas fehacientes, ha vinculado al narcotráfico en el Caribe y aumento su presencia naval en aguas cercanas al territorio continental de Venezuela, justificando estos movimientos como parte de su estrategia hemisférica de seguridad. Por su parte, Caracas los presenta como preludio de una agresión a gran escala.
Lo cierto es que una invasión convencional sigue siendo improbable por su costo político y regional. Pero el riesgo de acciones limitadas o incidentes localizados hoy va de moderado a alto, de acuerdo a fuentes castrenses, episodios que podrían escalar con intención o no, encendiendo una chispa de consecuencias mayores.
El premio Nobel de la Paz otorgado a a María Corina Machado marca un trIunfo simbólico y diplomático para una oposición dividida que no logra encontrar el camino de la reconciliación, lo que es fomentado por el régimen.
Trump quiere a Maduro fuera y las opciones se van agotando. Una salida negociada o un cambio impulsado desde adentro se sienten cada vez más improbables ante la cohesión militar del régimen y la fragmentación de la oposición. La operaciones encubiertas autorizadas por la Casa Blanca buscan tener un impacto mediático que no va a resolver el problema. Mientras, Venezuela se va transformando en la nueva Cuba.
Sumando… nuevos rostros de la innovación inmobiliaria
El sector inmobiliario, por décadas, ha sido sinónimo de solidez, experiencia y visión a largo plazo, pero hoy, en un entorno donde la tecnología redefine la forma en que habitamos, construimos y concebimos las ciudades, la verdadera fortaleza está en escuchar las voces que se atreven a innovar. Voces jóvenes, digitales y disruptivas.
Esa es precisamente la apuesta del Think Tank Inmobiliario, una iniciativa impulsada por Liga Inmobiliaria que busca identificar y promover ideas con el potencial de transformar la industria. En su segundo capítulo, celebrado esta semana, el espacio confirmó su papel como semillero de innovación, donde convergen el conocimiento de los grandes actores del sector y la energía creativa de las nuevas generaciones. El objetivo es “abrir conciencias” y lograr que las compañías puedan incorporar las mejores ideas que surgen dentro del ecosistema inmobiliario.
En esta edición, cuatro proyectos presentaron sus propuestas ante un comité integrado por Paulina Prieto (Scotiabank), José Ángel Borbolla (Cibergestión Latam), David Vainer (Grupo Sadasi) y Enrique Macotela (University Tower). El encuentro incluyó una mesa de análisis sobre las perspectivas del sector para el cierre de 2025, donde participaron Carlos Ramírez (Canadevi), Sergio Leal (Grupo Vinte), Miguel Lozano (Casas ARA) y Jesús Orozco de la Fuente (Accumin), quienes coincidieron en la necesidad de fortalecer la infraestructura, facilitar la tramitología y crear modelos de vivienda más incluyentes y sostenibles.
Pero más allá del diagnóstico, el mensaje fue claro: la innovación ya no es una opción, es una urgencia. El Think Tank Inmobiliario es un recordatorio de que el futuro del sector no depende solo de la experiencia, sino también de la apertura. Las empresas que hoy se atrevan a incorporar la tecnología, a escuchar a los emprendedores y a colaborar con startups emergentes serán las que logren mantenerse competitivas en un entorno donde la innovación es la nueva moneda.
Restando… Igualdad sustantiva: el discurso que aún no se traduce en realidad
Hablar de igualdad sustantiva en México se ha vuelto parte del lenguaje cotidiano de las empresas. Está en comunicados, en campañas internas, en los valores corporativos y en las charlas sobre inclusión, pero cuando bajamos del discurso a la realidad, descubrimos que esa igualdad, en la práctica, sigue siendo una deuda pendiente.
Una encuesta de OCC, la bolsa de trabajo en línea, muestra con claridad esa brecha: solo 22% de las personas considera que en su trabajo existe plena igualdad sustantiva, mientras que 38% percibe desigualdades evidentes. Es decir, 4 de cada 10 trabajadores sienten que las oportunidades de crecimiento no son las mismas para todos.
Y el dato más preocupante es que la mitad ni siquiera conoce el significado del término “igualdad sustantiva” y no por falta de interés, sino porque muchas organizaciones han convertido el concepto en un eslogan más que en una práctica tangible.
La igualdad sustantiva no es una frase políticamente correcta; es la posibilidad real de que cualquier persona, sin importar su género, edad, origen o condición, tenga las mismas oportunidades para desarrollarse profesionalmente. No se trata de abrir la puerta de entrada, sino de garantizar que todos puedan avanzar por el mismo pasillo.
En el sondeo, los principales obstáculos identificados fueron la falta de oportunidades equitativas de crecimiento, la opacidad en los procesos de ascenso y la ausencia de liderazgo comprometido con la equidad. En otras palabras: los trabajadores no piden discursos inspiradores, piden transparencia, reglas claras y coherencia.
La paradoja es que un 68 por ciento reconoce que promover la igualdad sustantiva mejora el desempeño y el clima laboral. Es decir, sabemos que cuando las oportunidades son justas, el talento florece; sin embargo, seguimos atrapados en estructuras que privilegian la cercanía con los jefes, los favoritismos o los prejuicios invisibles.
En un país con tantas desigualdades sociales, el mundo laboral no puede ser ajeno. Las empresas mexicanas tienen ante sí la oportunidad —y la responsabilidad— de convertirse en espacios donde el mérito, la preparación y el compromiso pesen más que el apellido, la edad o el género. No por corrección política, sino porque es la única forma de construir equipos diversos, innovadores y competitivos.
