Una vez más, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, hace sentir su poder, expropió tres tramos ferroviarios a Ferrosur, propiedad del Grupo México Transportes. El agandalle pretende justificarse bajó el concepto de “ocupación” a fin de matizar la acción autoritaria.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto, dijo que es una medida temporal por causas de “seguridad nacional” y que existieron conversaciones previas con Grupo México: “No estamos expropiando nada, es una ocupación” ¿Será? Adán Augusto no explicó cuáles eran o son los riegos que los llevaron a tomar esta medida, ni por cuánto tiempo seguirá la “ocupación” de esa propiedad privada.
En México, hasta ahora, no existe una ley de ocupación. No hay ninguna norma o forma jurídica que le permita al Estado convertirse en “okupa”, como sucede en España cuando se invaden predios o inmuebles sin el consentimiento de sus propietarios.
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Lo sucedido en Ferrosur está determinado por la Ley de Expropiación que tiene por objeto establecer las causas de utilidad pública y regular los procedimientos, modalidades y ejecución de las expropiaciones.
El presidente López Obrador incumplió, una vez más, su promesa de campaña. En abril de 2018, afirmó que no expropiaría: “En el caso de esos contratos que estén manchados de corrupción, el procedimiento va a ser siempre legal; no vamos a confiscar, no vamos a confiscar bienes, vamos a actuar siempre de conformidad con la ley”. ¿Entonces?
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Algo anda mal en el gobierno, el manotazo a Grupo México de Germán Larrea, que da empleo a 30 mil mexicanos es un mensaje que genera incertidumbre. Es un golpe a la confianza en la inversión en un clima de negocios deteriorado, donde el gobierno ha estirado la liga con los dueños del dinero hasta el grado de la asfixia y del insulto diario desde el púlpito de Palacio Nacional.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) fijó la siguiente postura: “Más allá de la controvertida legalidad de dicho decreto, los empresarios externamos nuestra profunda inquietud por los efectos negativos que este tipo de decisiones generan en la confianza de invertir en México y de generar empleos, en un momento de grandes oportunidades”.
En el caso de Ferrosur, queda claro que el gobierno de la #4T tiene la sartén por el mango luego de la intervención de la vía férrea con la Marina Armada de México, a quien le entregó la concesión a través de su empresa: Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, para que no quede duda de quién tiene el control. ¿Ahora habrá que ver cuál será el monto de la indemnización a pagar a Ferromex? ¿O si los empresarios se irán al amparo?
La decisión está tomada y el gobierno no les regresará la concesión. No hay que perder de vista que éstas instalaciones forman parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, otra de sus obras faraónicas en el sureste del país, que pretende concluir antes de que termine su sexenio.
¿Será que Grupo México continué con la compra de Banamex, luego de esta demostración de política estatista que les aplicaron en uno de sus negocios? La semana pasada Larrea se reunió dos veces con el presidente en Palacio Nacional. ¿Nada le dijeron sobre la “ocupación de Ferrosur? o ¿Pactaron la venta de Banamex que López Obrador ve “con buenos ojos” por la expropiación de la red ferroviaria?
Así las cosas, estamos ante una radicalización del gobierno de la #4T estirando la liga con los dueños del dinero en plena sucesión presidencial. Lo sucedido con Ferrosur es una grave señal de inseguridad para los empresarios nacionales y extranjeros, que pensarán dos veces antes de invertir en México donde no hay certeza jurídica.
Vericuentos
Monreal, ¿se rinde?
Todo indica que, Ricardo Monreal, presidente de la Jucopo en el Senado, busca nuevos cobijos hacia el 2024. El experimentado político reconoció que las encuestas no le favorecen y que prácticamente los 22 gobernadores de Morena se han dividido en dos bandos para apoyar a Claudia Sheinbaum, alcaldesa de Ciudad de México y Adán Augusto López, secretario de Gobernación. En tiempos de sucesión y conocedor de las costumbres políticas en México, Monreal denunció: “Estamos siendo arrollados por excesos del aparato de gobernadores y presidentes municipales”. El zacatecano, ya pintó su raya, anunció que, si Morena realiza la encuesta para elegir al candidato de ese partido a la Presidencia de la República, él no participará. ¡Órale!
¿Desaparecidos olvidados?
Una vez más, la senadora del PAN Xóchitl Gálvez Ruiz, urge a la atención de las personas desaparecidas y sus familias. La panista inscribió un punto de acuerdo ante la Comisión Permanente del Congreso, a fin de que la Fiscalía General de la República y la Comisión Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación destinen mayores recursos humanos, materiales y financieros en la búsqueda y localización de éstos ciudadanos. Xóchitl, lamentó que en México haya más de 112 mil personas desaparecidas. En el actual sexenio han ocurrido más de 40 mil, es decir, una de cada tres desapariciones reportadas y nada o poco se hace para atender a las víctimas. ¿Hasta cuándo? ¡Uff!
Caleidoscopio
Guillermina Gómora Ordóñez
@guillegomora