El 20 de abril fue el Día de la Marihuana y varias de las personas que circulamos por Paseo de la Reforma y av. Juárez en el centro de la ciudad de México fuimos testigos del fumatón, un evento que busca desestigmatizar su consumo y propenderá el uso cannábico para fines de salud y recreativo. Una discusión donde la moral ha imperado sobre su legalización, distribución, comercialización y consumo lúdico, con un doble discurso que ha perdido centro de su debate. Porque la prohibición o no legalización no ha limitado la presencia de la marihuana en la vida cotidiana de México.
¿En qué vamos en materia legal de la Cannabis?... Si bien en marzo de 20221 la Cámara de Diputados aprobó para que se expida una Ley General de Salud y el Código Penal que regule el uso de la marihuana con fines lúdicos y recreativos con lo que se estaría despenalizando el consumo cannábico aún el Senado no ha aprobado el dictamen que los diputados han votado a favor desde hace dos años. Y es probable que en este sexenio no veamos la realidad de una ley que permita tal consumo. El presidente López Obrador no es partidario de tal ley, su conservadurismo y una falsa idea sobre las adicciones ha satanizado y con doble moral mira esta iniciativa de regulación del uso de la marihuana.
Las diversas asociaciones pro-cannabis han subrayado en la importancia de superar el enfoque prohibicionista con que el Estado mexicano ha abordado el tema, incluso en temas de uso medicinal y de salud pública, porque prohibir no ha significado evitar su consumo y por el contrario crea un mercado ilegal, aumenta la inseguridad y la violencia derivado a ese enfoque y criterio hipócrita y moralino. A pesar de que la Ley de Salud Pública de 2017 aprobara su uso en investigación farmacológica, en la fabricación de medicamentos con base cannábica bajo control de la Cofepris, la producción primaria con fines específicos en investigación de salud, en diagnósticos preventivos, terapéuticos y paliativos; aún en la práctica hay limitaciones o negación de su prescripción médica.
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Por su parte el portar y consumir cannabis debe estar avalado y comprobado para fines exclusivamente en medicación e investigación científica y lo que puedes portar es de 5 gramos como máximo por lo que sigue estando penado el sembrar, cultivar, preparar, poseer, transportar, comercializar más de este gramaje, ya que se considera peligro a la salud pública.
A partir de esta resolución en 2022 donde la Suprema Corte de Justicia de la Nación no aprobara el uso lúdico y recreativo y las diversas facciones políticas no logran ponerse de acuerdo sobre el consumo no destructivo, las organización promotoras del uso cannábico no médico han instalado espacios de consumo como la Estela de Luz y otros puntos públicos como medio de exigencia sobre la legalización y la respuesta del Estado ha sido quitar el jardín de la marihuana que se había instalado en la Plaza Pasteur –a un costado del Senado de la República– con ello enviando el mensaje contundente: la marihuana no es tema legislativo sino moral.
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La legalización del cannabis sigue siendo un tema prioritario de salud pública y seguridad nacional, porque su falta de marco legal no impide su consumo, distribución, consumo, venta y producción que no siempre tiene los mejores resultados entre la población que de forma insegura, irregular y sin control de su producción y calidad consume. Y su prohibición sigue siendo un tema de violencia entre cárteles y destinatarios que ponen a diario la vida en peligro por una falta de voluntad política por garantizar y proteger la salud y la vida.
Abramos la discusión: @salmazan71