OPINIÓN JEZIRET GALLARDO

El Plan E1, rumbo a un punto de no retorno para una Palestina libre

En un año las condiciones de Palestina no mejoran, por el contrario están peor y así llega una vez más, la temporada de olivos.

Crece la ola de violencia en Palestina
Crece la ola de violencia en PalestinaCréditos: Pexels
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Hace un año me sumé como columnista a MVS Noticias, coincidiendo con la temporada de olivos en Palestina, tierra sagrada por la que han caminado profetas y que ha visto pasar sobre sí a civilizaciones enteras. En aquel primer artículo dedicado a este árbol que da vida e identidad al pueblo palestino, relaté las dificultades que éste vive bajo la ocupación israelí, particularmente durante esa temporada. Un año después, como dice Mariam Barghouti, la escritora y periodista palestino-estadounidense: “Palestina está bajo un ataque militar y de colonos en toda regla”, el cual refiere, “es igual que el año pasado, solo que mucho peor”.

En esta nota damos seguimiento a esta creciente oleada de violencia en Palestina, producto de una intensificación de las actividades coloniales y de la resistencia palestina, sobre lo cual escribí recientemente y también, como continuación del artículo de la semana pasada, les cuento de qué va uno de los planes de asentamiento más ambicioso de Israel con el que prácticamente desaparecería cualquier posibilidad de reconocer –porque Palestina existe— a Palestina como un Estado libre y soberano.

Desde que escribí el primer artículo para MVS, al 9 de septiembre de este año (último registro de OCHA), Israel ha asesinado a 132 personas palestinas, de las cuales 118 eran civiles y únicamente 14 pertenecían a algún grupo de la resistencia armada. La violencia ha ido en aumento por distintos factores, pero no es de extrañar, ya que vivir en Palestina bajo la ocupación militar israelí es cada día más difícil y está llegando a un punto insoportable. Tan solo ayer se sumó otro asesinato, cuando soldados israelíes dispararon gas lacrimógeno, lo que causó que una bebé se sofocara hasta morir.

Israel ha asfixiado a las comunidades palestinas con diversas estrategias de colonización por décadas, principalmente con la construcción y ampliación de los asentamientos que, como menciono cada ocasión, son ilegales en el derecho internacional.

Mapa. Asentamientos ilegales israelíes en Cisjordania, Palestina
Fuente: Peace Now

Si vemos un mapa de los asentamientos israelíes en Cisjordania, se puede notar cómo el territorio palestino de Cisjordania se asemeja más bien a un conjunto de islas separadas por manchas azules y blancas interconectadas, que son asentamientos y zonas militares controladas todas ellas por las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI) y sus colonizadores, ciudadanos israelíes con tendencias radicales y violentas que viven en estos asentamientos ilegales.

Vivir en un territorio fragmentado impide el movimiento de personas y mercancías de manera normal, significa que para transitar entre islas hay que cambiar de transporte cada que una barrera de la ocupación se interpone en el camino, cruzar chequeos y soportar el acoso de militares como si de una cárcel o un campo de concentración se tratara, todo para poder llegar al trabajo o a visitar a un familiar.

Esta realidad es plasmada de forma fidedigna en el cortometraje dirigido por la palestina Farah Nabulsi y estrenado en 2020, The Present (El Regalo), mismo que ganó el BAFTA, en el cual se retratan las penurias que Yusuf y su hija tuvieron que atravesar para poder comprar un regalo de aniversario de bodas. Lamentablemente, este cortometraje que debía estar en Netflix, solo pudo verse durante un tiempo limitado en México y sólo logré verlo desde el celular. Si por alguna razón a ustedes sí les aparece en Netflix o tienen oportunidad de verlo en alguna otra plataforma, lo recomiendo ampliamente.

Regresando a los asentamientos, éstos son construidos de manera estratégica, pues Israel no deja nada al azar, generalmente están en las partes más altas y cortan el territorio palestino en cuadrantes cada vez más pequeños. La idea es comenzar desde los extremos hacia el centro, principalmente desde el Oeste de Cisjordania (Este de Israel) para así llegar hasta la frontera con Jordania.

La semana pasada compartí algunos de los planes de asentamiento que tiene Israel en Palestina, pero hay uno en particular que pone en riesgo toda posibilidad de una solución de dos Estados. Se trata del plan de asentamiento E1 (Este 1), el cual funciona bajo la lógica de “divide y vencerás”, o al menos, hablando territorialmente, pues dicho plan pretende cortar Cisjordania en dos (Norte y Sur) desde la ciudad palestina más importante: Jerusalén Este.

Mapa. La Zona E1, junto al asentamiento de Maa’le Adumim
Fuente: Peace Now, 2021

El plan no es nuevo, de hecho, se planteó construir en esta zona desde la década de los noventa, pero ha estado congelado de manera intermitente debido a la presión internacional. Este año, se reactivó y amenaza con construir casi 4,000 viviendas, más de 2,000 cuartos de hotel, un área industrial y una estación de policía, todo sobre una extensión de 100,00 hectáreas de suelo palestino. De esto, la estación de policía ya fue construida y el plan para la zona industrial fue aprobado; además, también se tenían planes para construir un “Parque Nacional” (aunque se lea absurdo construir un parque “nacional” en suelo no nacional).

Los palestinos viviendo en la zona denominada por Israel como E1, han sufrido desplazamiento forzado, demolición de casas y el corte de suministro de servicios básicos. Varios de estos actuales pobladores son beduinos palestinos de por sí refugiados provenientes del desierto, algunos de ellos habrán sido desplazados tres veces.

Desde siempre, Netanyahu ha estado comprometido con la expansión de Israel sobre Palestina y, años atrás, su oficina respondió a las críticas de la comunidad internacional y de los grupos de derechos humanos diciendo que “se seguirá actuando de acuerdo con los intereses vitales del Estado de Israel, incluso frente a las presiones internacionales, y no habrá ningún cambio en la decisión que se ha tomado".

Para Israel es importante unir su asentamiento Maa’le Adumim con Jerusalén pues además de que en éste viven unos 40 mil colonos, resulta de carácter estratégico en términos militares (de “seguridad”) y para dar continuidad urbana desde Jerusalén hacia el interior de Cisjordania y así crear una gran área metropolitana.

A los palestinos se les obliga a vivir al lado de sus colonizadores, lo que naturalmente desata la violencia entre los distintos grupos nacionales en una dinámica de dominación y resistencia. El inicio de la temporada de olivos nos recuerda que la vida y la identidad palestina se destruye un olivo a la vez.

Jeziret Gallardo

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