Mauricio Fernández Garza, quien falleció este martes a los 75 años debido a cáncer de pulmón, dejó un legado visible en la infraestructura y la cultura de San Pedro Garza García, así como una serie de frases que reflejan su forma directa de ver la vida y la política.
Durante sus cuatro períodos como alcalde (1989-1991, 2009-2012, 2015-2018, y 2024), destacó por proyectos como la reconstrucción del Puente Jiménez y la interconexión vial San Pedro-Monterrey, siempre con un enfoque en el desarrollo municipal y el apoyo al comercio y la cultura.
Sus declaraciones reflejan su filosofía de servicio público y su visión de la vida. Entre las más recordadas destacan: "Yo no soy político, yo soy un servidor público”, “La educación no tiene límite” y “La vida no es una línea recta”.
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Durante su gestión, Mauricio Fernández tomó decisiones firmes en materia de seguridad para proteger a los ciudadanos de San Pedro, priorizando la acción por encima de cualquier interés político y asegurando que las estrategias implementadas respondieran al riesgo del municipio y a la protección de su población.
"En la seguridad no hay colores, y cuando un municipio está en riesgo, tienes que hacer lo que tengas que hacer para proteger a tus ciudadanos”.
Incluso, en su despedida y renuncia a la alcaldía, mostró su determinación y compromiso con los ciudadanos al afirmar que cumplió su misión.
“Misión cumplida. Dejo en muy buenas manos a San Pedro”.
Su legado permanecerá en la memoria de San Pedro y de todo Nuevo León, no solo por las obras concretas que impulsó, sino también por la visión de liderazgo y servicio que caracterizó su vida como figura pública.
