Con “Bailarina”, el universo de John Wick se expande hacia nuevos territorios, ahora con Ana de Armas como protagonista en un papel que combina gracia, precisión y una sed de venganza que recuerda al propio Wick. Dirigida por Len Wiseman (Underworld, Live Free or Die Hard), esta entrega spin-off propone una mirada más íntima y emocional al despiadado mundo de los asesinos a sueldo.
La historia gira en torno a Eve (de Armas), una joven entrenada desde pequeña para matar, que emprende una cruzada personal tras el asesinato de su familia. Su búsqueda de justicia la lleva a cruzar caminos con el legendario John Wick (Keanu Reeves), en una narrativa que entrelaza el origen de una nueva figura letal con los ecos de una franquicia ya consolidada.
El filme, aunque independiente en su estructura, se sostiene sobre los cimientos ya construidos por John Wick, retomando personajes como Winston (Ian McShane), The Director (Anjelica Huston) y el propio Wick, que funcionan más como ejes de conexión que como protagonistas. También se suman nuevas figuras como The Chancellor (Gabriel Byrne) y Lena (Catalina Sandino Moreno), quienes aportan matices a una historia que, si bien es predecible en su premisa, logra mantenerse fresca gracias al carisma de su protagonista.
Te podría interesar
Ana de Armas se transforma con convicción en una heroína de acción, ejecutando secuencias coreografiadas con una brutal elegancia que evoca más a la danza que al combate, un guiño visual al título de la cinta. Su interpretación añade profundidad emocional a un personaje cuya vida ha sido moldeada por la violencia.
Sin embargo, a pesar del dinamismo visual y el atractivo estilizado característico de la saga, Bailarina peca por momentos de ser más estilo que sustancia. El guion, aunque funcional, no alcanza la complejidad moral que hizo destacarse a las primeras entregas de John Wick, y algunas subtramas se sienten subdesarrolladas.
Te podría interesar
En conclusión, Bailarina es un entretenido y sólido spin-off que ofrece suficientes elementos para justificar su existencia dentro de la franquicia, aunque sin revolucionarla. Ana de Armas brilla en el rol central y deja claro que su personaje tiene potencial para más entregas. Si los productores apuestan por un desarrollo más profundo en futuras películas, Eve podría convertirse en una figura tan emblemática como el propio Wick.
Sin duda este filme se presenta como una danza de sangre y redención que amplía el universo de John Wick con estilo, aunque aún sin la contundencia de su predecesor.
