NUEVO LEÓN

Reubican al oso encontrado comiendo basura en Allende; lo llevan a la Sierra Madre

Parques y Vida Silvestre reubicó al oso 134 tras ser capturado por segunda vez en Allende; se encontraba buscando comida en la basura.

Créditos: Parques y Vida Silvestre
Escrito en NUEVO LEÓN el

Luego de ser capturado el fin de semana pasado en el municipio de Allende, el oso negro identificado con el número 134 fue reubicado en la Sierra Madre Oriental, informó el organismo Parques y Vida Silvestre de Nuevo León.

El ejemplar, un macho de aproximadamente 190 kilos, fue trasladado nuevamente a su hábitat natural, tras haber reincidido en la búsqueda de comida en zonas habitadas por humanos, poniendo en riesgo tanto su vida como la de otras especies.

¿Qué ocurrió con el oso 134?

Este ejemplar ya había sido capturado previamente luego de ser avistado alimentándose de residuos en la zona de Valle Alto, al sur de Monterrey, así como cruzando calles de alta velocidad. Aunque fue liberado en un área silvestre, regresó a la zona urbana semanas después, esta vez en el municipio de Allende, donde fue reportado ingresando a varios domicilios en busca de basura.

“El oso 134 ha tenido diversos avistamientos comiendo basura en la zona de Valle Alto... también se le ha visto cruzar calles de alta peligrosidad debido a la velocidad de los carros”, explicó en un video informativo el médico veterinario David Carrera, integrante del equipo de Parques y Vida Silvestre.

El animal fue recapturado para su revisión veterinaria y posterior reintegración a un entorno natural dentro de la Sierra Madre Oriental, con la intención de que retome su conducta silvestre.

Actualmente, el oso porta un collar satelital que permite monitorear sus movimientos y detectar posibles regresos a la zona urbana.

Fotografía: Parques y Vida Silvestre

¿Por qué alimentar a los osos representa un riesgo?

De acuerdo con el especialista, la búsqueda de los osos hacia la comida humana representa un serio problema para su conservación, ya que modifica permanentemente su conducta natural.

“El oso se capturó y lamentablemente a las dos semanas tuvimos una reincidencia, porque los ejemplares se habitúan demasiado a consumir los residuos orgánicos producidos por las personas”, señaló Carrera. “Es mucho más económico para ellos conseguir sus calorías en un bote de basura que estar buscando alimento natural como bellotas”, agregó.

El veterinario también advirtió que esta conducta los expone a enfermedades, atropellos y conflictos con personas, afectando tanto al individuo como al ecosistema.