El recorrido empresarial de Julio Luna, fundador de Tacos del Julio, destaca como un referente en la evolución gastronómica de Monterrey y el impacto de la identidad culinaria mexicana en el extranjero.
Su visión y dedicación permitieron establecer una cadena de taquerías reconocida por su “mero sabor norteño” y por transformar una tradición local en un fenómeno internacional.
Julio Luna inició su andadura empresarial en el municipio de San Pedro Garza García, donde se propuso fusionar la tradición culinaria del taco de trompo con un servicio ágil y eficiente.
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Su modelo de negocio, basado en la rapidez (con tiempos de atención de 10 a 21 segundos) y la calidad constante en cada preparación, permitió que la taquería se destacara en un mercado altamente competitivo, consolidándose como un referente para los amantes del auténtico sabor norteño.
La ambición y capacidad visionaria de Luna fueron fundamentales para la expansión de Tacos del Julio. La cadena no tardó en extenderse a diversas ciudades clave de México y Estados Unidos.
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Así expandió su negocio
- Presencia en Nuevo León
En los años 90, Julio Luna abrió el primer restaurante de Tacos del Julio en San Pedro Garza García.
Con el paso del tiempo, sumó una segunda sucursal en el mismo municipio, una en Centrito Valle y otra en el Casco Urbano. La marca fue ganando popularidad y pronto se expandió por toda el área metropolitana de Monterrey.
- Expansión nacional en México
Durante la década de los 2000, Tacos del Julio comenzó su crecimiento a nivel nacional, con nuevas sucursales en destinos turísticos como Playa del Carmen y Puerto Vallarta, llevando el sabor regiomontano a nuevos rincones del país.
- Presencia internacional en Estados Unidos
Más adelante, Julio Luna cruzó fronteras y llevó su concepto a Estados Unidos, abriendo ocho taquerías en Houston, Texas, y dos en Las Vegas, Nevada. El éxito del negocio permitió consolidar la franquicia, alcanzando un total de 18 sucursales activas en México y Estados Unidos.
- Proyección hacia Europa
Julio Luna tenía planes de llevar el sabor del norte de México a Europa, con Madrid, España como uno de sus objetivos principales. Sin embargo, el sueño se vio interrumpido tras su asesinato, ocurrido seis días después de regresar de un viaje por Europa y Egipto.