El caso de Silvia “N”, quien fingió un embarazo y reportó falsamente el secuestro de su recién nacido en Escobedo, no solo conmocionó a la sociedad, sino que también despertó dudas sobre qué es el embarazo psicológico y su impacto en la salud mental.
El embarazo psicológico, también conocido como pseudociesis o “embarazo fantasma”, es un fenómeno en el que la mujer experimenta de forma intensa y real síntomas propios de una gestación, sin que exista un feto en desarrollo.
Este trastorno psicosomático se manifiesta a través de amenorrea, náuseas, aumento de peso, crecimiento del abdomen y cambios en el ciclo menstrual, entre otros síntomas.
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Este fenómeno puede durar hasta los 9 meses de una gestación, haciendo que la paciente viva una experiencia muy similar a la del embarazo real, e incluso, la prueba de embarazo puede resultar positiva aunque la mujer realmente no esté embarazada.
¿Quiénes lo padecen?
Este problema afecta a mujeres en edad reproductiva de entre 20 y 40 años, pero también se puede presentar antes de los 20, especialmente aquellas que enfrentan dificultades para concebir o que sufren altos niveles de ansiedad y estrés relacionados con la fertilidad.
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Además, las pacientes que presentan temores ante la posibilidad de quedar embarazadas pueden desarrollar este trastorno psicosomático.
El embarazo psicológico puede manifestarse en cualquier momento durante la vida reproductiva, sin importar la región o clase social.
Implicaciones en la salud mental
Este fenómeno no solo afecta al organismo a nivel físico, sino que tiene profundas repercusiones en la salud mental de la paciente.
Su aparición se ha observado tanto en contextos clínicos como en situaciones de alta carga emocional y estrés, donde la mente desencadena respuestas hormonales que simulan una gestación.
Entre los factores más comunes se encuentran los psicológicos como el estrés y ansiedad; trastornos afectivos y de la personalidad; factores fisiológicos como alteraciones hormonales, y factores sociales como la presión cultural y problemas de fertilidad.
La interacción de estos puede llevar al organismo a producir hormonas que simulan el embarazo, generando síntomas físicos reales a pesar de la ausencia de una gestación.
Esto explica el por qué una prueba de embarazo puede dar un resultado positivo, debido al control que tiene la mente sobre las hormonas secretadas por el hipotálamo.
El manejo terapéutico de la pseudociesis requiere la intervención de especialistas en salud mental, como psicólogos y psiquiatras, que ayuden a la paciente a identificar y tratar los desencadenantes emocionales.