La Unión Ganadera Regional de Nuevo León, encabezada por Noé Ramírez y Jorge Villarreal, pidió al Gobierno del Estado reforzar las políticas de sanidad pecuaria ante la emergencia provocada por los casos del gusano barrenador, que afectan al ganado bovino y han frenado por completo la exportación de reses hacia Estados Unidos.
Los líderes ganaderos advirtieron que la situación, considerada de salud nacional, ha generado pérdidas millonarias y mantiene detenidas las exportaciones desde hace dos años, cuando anteriormente se enviaban hasta dos mil animales.
Por ello, solicitaron la instalación de mesas de trabajo con SENASICA y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, con el fin de recuperar la confianza del país vecino y levantar las restricciones sanitarias impuestas al estado.
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“Debemos ir de la mano con los gobiernos estatal y federal para que Estados Unidos vuelva a confiar en nuestro ganado”, expresó Noé Ramírez, dirigente de la Unión Ganadera.
Asimismo, pidieron que Nuevo León emita un decreto que impida el paso y la comercialización de ganado proveniente del sur del país, como ya lo hicieron Sonora y Tamaulipas, para evitar nuevos contagios. Propusieron permitir únicamente el ingreso de animales destinados a engorda, no a reproducción.
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Los ganaderos insistieron en que el Estado debe fortalecer los filtros de revisión y aplicar “mano firme”, ya que el gusano barrenador también afecta a perros, equinos y fauna silvestre, poniendo en riesgo la calidad genética del hato ganadero regional.
Finalmente, advirtieron que mientras no se recupere el estatus sanitario, los productores del norte continuarán enfrentando precios bajos respecto al sur del país, donde la carne alcanza valores históricos.
