En algún momento has estado en un jardín, viste que los troncos de los árboles están pintados de blanco y te ha llamado la atención .Esta técnica, tiene un nombre más conocido como “encalado de árboles" y es aplicada por los expertos de jardinería. Es muy buena para las plantaciones modernas.
El encalado de los árboles tiene el fin de cuidar los árboles frutales de factores externos que pueden arruinar su corteza. La cal cuenta con propiedades antífungicas y antibacterianas, lo que permite evitar las enfermedades que podrían enfermarlos, como hongos, bacterias o plagas. Además, disminuye el peligro de tener daños generados por los cambios bruscos de temperatura.
¿Cuándo aplicar el encalado de árboles?
El encalado de árboles se puede aplicar en los meses de invierno o al inicio de primavera cuando el árbol está en descanso vegetativo. El árbol no crece y su savia no fluye activamente, lo que hace que la aplicación de la cal sea más beneficiosa. Para echar el encalado de árboles, debes poner una solución de cal apagada en agua.
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La proporción correcta es una parte de cal por dos partes de agua. Por otro lado, el encalado de árboles respalda la corteza de las quemaduras solares, en zonas con climas cálidos. Cuando el sol apunta en la corteza expuesta, genera grietas que permiten la entrada de patógenos. La cal funciona como capa protectora de la luz solar, generando temperatura estable.
¿Cuáles son los beneficios del encalado de árboles frutales?
El encalado del árbol es bueno para los árboles frutales por los siguientes motivos:
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- Controla las plagas, dado que espanta insectos que generan daños en el árbol.
- Protege contra los hongos y bacterias porque la cal cuenta con propiedades que impiden el crecimiento.
- Ayuda al estado de la corteza: el escalado de árboles es bueno para proteger la corteza y fortalecerla.
El encalado se aplica en árboles frutales de corteza fina como manzanos, perales, duraznos y ciruelos, dado que son los más frágiles ante el cambio climático y las plagas que se puedan pegar.