A lo largo de los años, Nuevo León ha enfrentado diversos fenómenos hidrometeorológicos como los huracanes: Gilberto, Emily, Alex, y Hanna, los cuales han dejado impactos significativos en la población, sus propiedades y el entorno.
Recientemente, la tormenta tropical Alberto sorprendió a Nuevo León al alcanzar niveles récord de precipitación acumulada en tan solo tres días y se registraron aproximadamente 646.50 milímetros de lluvia.
Comparativamente, el huracán Gilberto, devastador para la región en 1988, duró tres días y acumuló un total de 370.80 milímetros de lluvia. Sin embargo no pudo alcanzar al huracán Alex, otro fenómeno recordado por su destructiva influencia, que duró cinco días y dejó 876.25 milímetros de precipitación.
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El huracán Hanna, uno de los huracanes más recientes, se mantuvo durante cinco días y generó 578.50 milímetros de lluvia en la entidad. La variabilidad en la duración y la intensidad de estos eventos resalta la complejidad del clima extremo en la región.
¿Por qué llovió más con la tormenta ‘Alberto’ que duró tres días, que con el huracán ‘Hanna' que duró cinco días?
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la temporada de huracanes 2024 se espera muy activa, anticipando entre 17 y 25 tormentas con nombre, de las cuales entre ocho y trece podrían convertirse en huracanes. Esta predicción se basa en una tendencia de actividad superior a la media durante los últimos ocho años en el Atlántico.
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Expertos atribuyen esta intensificación de fenómenos climáticos extremos al cambio climático global. La NASA ha advertido sobre la creciente peligrosidad de los huracanes, proyectando que podrían volverse más frecuentes y destructivos debido a las condiciones extremas de calor y sequía que prevalecen en México y la región.
Los huracanes no solo representan un riesgo para la seguridad y la infraestructura local, sino que también tienen un impacto significativo en el desarrollo socioeconómico. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) subraya que cada evento extremo puede retroceder años de avances en las comunidades afectadas.
Nuevo León y otras regiones ya se preparan para enfrentar los desafíos de una temporada de huracanes potencialmente activa.