Las intensas lluvias derivadas de la depresión tropical "Alberto" han dejado un saldo severo en el Municipio de Santiago, Nuevo León. Con acumulados superiores a los 385 milímetros en menos de 48 horas, numerosas comunidades en la Sierra se encuentran aisladas por cortes en carreteras y desbordamientos de ríos y arroyos. El Presidente Municipal, David de la Peña Marroquín, reportó graves afectaciones en infraestructura pública y propiedades privadas, incluyendo inundaciones viales y cortes en el suministro eléctrico que afectaron a la mayoría de la población urbana.
En un intento por mitigar los efectos del desbordamiento, se realizó una apertura controlada de compuertas en la Presa Rodrigo Gómez-La Boca, que ha alcanzado el 93% de su capacidad. Esta medida busca evitar que el embalse supere niveles críticos y genere más riesgos para las comunidades ribereñas. Sin embargo, la apertura también conlleva advertencias para los residentes cerca del Río San Juan sobre posibles inundaciones adicionales.
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El acceso a la Carretera a Laguna de Sánchez y la Carretera a Arteaga permanece cerrado, lo que ha dejado incomunicadas a comunidades como Cañón del Álamo, San José de las Boquillas, Laguna de Sánchez y Ciénega de González, entre otras. El Alcalde hizo un llamado urgente a la población para que evite cruzar ríos crecidos y arroyos, enfatizando la importancia de la seguridad personal ante las condiciones meteorológicas adversas.
Durante el día, equipos de rescate y autoridades locales realizaron múltiples intervenciones para evaluar y responder a las emergencias. Se registraron numerosos incidentes, incluyendo el colapso de infraestructuras viales y daños significativos en viviendas debido a inundaciones y deslizamientos de tierra. El Alcalde coordinó las labores de apoyo a vecinos afectados en colonias como Valle de Santa Rosalía, Portales de Santiago y Compostela, donde se reportaron importantes daños materiales.
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Las labores de restablecimiento de energía eléctrica y telecomunicaciones continúan siendo prioritarias, con sectores aún sin servicio y señal intermitente de telefonía móvil hasta altas horas de la noche. En tanto, las autoridades han mantenido cerrados varios retornos a desnivel en la Carretera Nacional debido a inundaciones repentinas, implementando medidas de contraflujo para asegurar la seguridad vial.
El Ejército Mexicano, bajo el Plan DN-III-E, ha colaborado estrechamente con las autoridades locales en la remoción de obstáculos naturales y la asistencia a residentes afectados. Entre las notas positivas en medio de la devastación, se destaca el llenado de la Presa La Boca y la recarga de la cascada Cola de Caballo, resaltando la importancia de estas lluvias para la recuperación del entorno natural.
La situación sigue siendo fluida y se espera que las labores de rescate y rehabilitación continúen en los próximos días mientras la comunidad se recupera de los impactos de una de las peores tormentas en la historia reciente de Santiago.