Ante el aumento de cortes en el suministro de agua en el estado, muchas familias han tenido que recurrir al almacenamiento de agua para cubrir sus necesidades básicas y prevenir la falta de este vital líquido, sin embargo, esta práctica, si no se realiza de manera adecuada, puede provocar que el 'agua se eche a perder' y, por lo tanto, afectar la salud.
Especialistas del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) compartieron recomendaciones para asegurar un almacenamiento higiénico y prolongar la vida útil del agua sin riesgos para la salud. A continuación, te presentamos algunos consejos que ayudarán a proteger el agua almacenada.
¿Qué pasa si se contamina el agua?
El profesor Alfonso García Galaz, del Laboratorio de Microbiología Polifásica y Bioactividades del CIAD, explicó que almacenar agua de manera incorrecta puede favorecer el crecimiento de microorganismos dañinos como bacterias, protozoarios y otros patógenos presentes en ambientes insalubres. Entre los principales microorganismos que pueden proliferar se encuentran:
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- Escherichia coli y Salmonella spp, causantes de infecciones estomacales.
- Giardia lamblia y Cryptosporidium parvum, asociados con enfermedades gastrointestinales severas.
Errores al almacenar agua
Algunos errores frecuentes en el almacenamiento de agua pueden afectar su calidad microbiológica:
- Recipientes mal tapados: Dejar el agua expuesta al polvo y a la luz facilita la proliferación de microorganismos.
- No desinfectar el recipiente previamente: La falta de limpieza del contenedor puede dejar residuos que contaminen el agua.
- Uso de manos sin desinfectar: Es común que se introduzcan las manos al recipiente para tomar agua, lo que aumenta el riesgo de contaminación.
Para evitar estos problemas, García Galaz recomendó etiquetar los recipientes con la fecha de almacenamiento y renovar el agua cada seis meses.
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Recomendaciones para almacenar mejor el agua
Limpieza de recipientes: Antes de almacenar agua, los recipientes deben ser desinfectados correctamente
- Lavar con una solución de agua y cloro (una cucharadita de cloro por litro de agua).
- Cepillar las superficies internas del recipiente para eliminar partículas sólidas.
- Dejar reposar la solución clorada durante al menos 30 segundos para desinfectar completamente.
- Desechar la solución y dejar secar el recipiente al aire.
Desinfección del agua: Una vez almacenada, el agua puede desinfectarse de las siguientes maneras.
- Uso de cloro: Agregar de 2 a 4 gotas de cloro por litro de agua. En zonas con temperaturas mayores a 25 grados centígrados, se recomienda duplicar la cantidad.
- Yodo: Una alternativa menos invasiva para el sabor, aunque no apta para mujeres embarazadas o personas con problemas de tiroides.
- Ebullición: Hervir el agua por un minuto (o tres minutos si se está a más de 2,000 metros sobre el nivel del mar). Para mejorar el sabor, se puede agregar una pizca de sal de mesa.