Seguramente has escuchado que el platillo típico de Monterrey es el cabrito, pero lo que pocos conocen es la historia detrás de esta emblemática comida.
Y es que hoy en día es común prender el carbón y asar carne los fines de semana en Monterrey, pero esta tradición se remonta a la época del Virreinato, hace más de 450 años.
Las primeras familias españolas que se establecieron en el noreste del país, principalmente de origen judío sefardí, trajeron consigo costumbres y recetas ancestrales, como la técnica de asar al cabrito, utilizando carbón de mezquite y especias como orégano y tomillo.
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A esto se le suma que, debido a su clima extremo, con temperaturas altamente calurosas en verano y muy frías en invierno, la agricultura no prosperó tanto en la región como la cría de ganado y fue así como el cabrito se consolidó como un platillo emblemático de la región.
¿Cómo preparar el cabrito?
Existen múltiples formas de cocinar cabrito: al pastor, en el horno, con salsa o a la griega. También puede prepararse en fritada. Pero lo que debes de considerar es que es un platillo que requiere paciencia, pues puede tardar hasta cuatro horas en estar listo.
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Lo primero es elegir correctamente la carne, pues se recomienda que el cabrito no sea mayor a 35 días, para mayor suavidad y textura a la hora de cocinarlo.
El peso ideal de referencia ronda los 10 kilos, en lugares como el Mercado Juárez ya venden el cabrito sin vísceras y abierto, listo para sazonarse.
Hay quienes recomiendan solo sazonar la carne con sal. Pero otros incluyen especies como el orégano y la pimienta, que son parte de la receta original.
A lo largo de los siglos, esta tradición ha perdurado, convirtiéndose en un símbolo de la identidad regiomontana y un platillo que sigue siendo parte fundamental de la gastronomía de Monterrey, uniendo a las familias y amigos alrededor del fuego.